jueves, marzo 27, 2008

Volverte a ver

Me estaba mirando de lejos, sentada junto con una amigas, cuchichiaban no se que con respecto a mi, yo miraba muy de vez en cuando fingiendo no tener importancia, leía un libro que me acaba de comprar, el mozo me alcanza la fuentecilla donde va la cuenta situación que me incomoda y lo miro esperando alguna reacción porque aún no pienso irme de ahí, sin embargo añade “la señorita de la mesa de allá le envía esto”, sorprendido observo en la fuentecilla una servilleta en la que estaba escrito “pensé que te acercarías, pero ya me tengo que ir, fue un gusto volverte a ver Jackie”.
Cuando levanto la cabeza el grupo de chicas que compartían algo se alejaban del cafetín rodeando a la sospechosa Jackie, la chica de cabello rubio voltea hacia la ventana y sus penetrantes ojos verde oscuro me vuelven a estremecer, sonríe y se aleja.
<<0>>
Jackie había sido mi primera enamorada, con tan solo 11 años me había fijado en ella en un barrio de mi distrito, nunca me había pasado eso hasta ese entonces, Jackie era una colegiala que vestida en su clásico uniforme café y blusa blanca compartía con sus amigas de un colegio de monjas para mujeres.
Jackie para ser una chica de pinta media pitucona, no tenia nada de eso, era rubia de ojos verde oscuro y daba una mirada inquisidora, pecosa hasta por gusto, vivía en un barrio donde por las noches daba cierto temor pasar por ahí, más que nada por la falta de iluminación y la fama de ser una guarida de vendedores de marihuana, sin embargo Jackie le daba cierto toque de luminosidad, los chicos del barrio le decían “la gringa”, y ella normal.
<<0>>
A los 11 años mis amigos quería tener una chica idealizada, y Jackie era ese prototipo, la blanconcita de ojos bonitos era perfecta para alardear, sin embargo yo enfundado en mi timidez nunca la imagine para mi, en primera instancia ni siquiera pensé en hablarle, es decir, que se va a fijar en mi… pero una tarde en que tenia una tarea pendiente con Juanjo (un compañero de colegio) se cruzo en mi camino, al verla de lejos acercándose hacia mi pensaba en que no podía responder ninguna estupidez que la aparte al menos por ese momento, ella me mira coqueta abusando de sus ojos de pies a cabeza y su parada no era nada femenina, vestida en el buzo de su colegio, las manos en los bolsillos y masticando un chicle me mira y me lanza sus primeras encantadoras y pedregosas palabras:
- ¿A quien buscas?
- A Juanjo, ¿lo conoces?
- Claro pe, perate

Y sale corriendo hacia la esquina donde había una casa de video juegos clandestino, yo me quede ahí en la puerta de la casa de Juanjo esperando inútilmente que alguien me abra, cuando Jackie sale y a lo lejos me sorprende con un estruendoso y armonioso silbido, me hace señas con la mano, había ubicado a Juanjo en esa casa jugando “street fighter” con “Polanco”.
<<0>>
Jackie tenia 10 años cuando la conocí, tiene varias hermanas que eran el boom en esa época, se perfilaba a seguir la escuela de sus hermanas, aunque su manera de expresarse y su estilo de vida no eran propias de una niña de su edad, tenia la particularidad de jugarse de manos con los chicos de su barrio, era hábil jugando al trompo, canicas y los juegos de video, jugaba a veces fulbito con los demás y verdaderamente que pateaba.
Sin embargo, cuando ya había perdido la timidez de hablar y se había convertido en mi amiga, me decido a declararle, ella sospechaba cuales eran mis pretensiones, pensaba que también podría gustarle, y así fue.
<<0>>
El día era perfecto para decírselo, estaba más femenina que de costumbre, caminamos por el malecón sin rumbo, compramos helados de crema, ella se burlaba de mi de manera muy dulce, me decía que le caía “chévere”, Jackie quería romper en mi ese hielo de timidez y dudas, sabia que le iba a decir algo y ella ya tenia la respuesta, a sus precoces 10 años había tenido un enamorado así que sabia como llevar ese momento.
Se hizo de noche, entonces me deje de cosas y le dije:
- Tengo que decirte algo
- ¿Que?

Sus ojos verdes me privaban, no sabia si me decía hazlo o no lo hagas, así que ya había dado un primer paso.
- Quería decirte, que… que en estos días me he fijado que eres una chica muy linda
- ¿Yaaa y?
- Bueno quería preguntarte si te gusta alguien.
- No, no me gusta nadie.

Me llene de más dudas porque al decirme que no entonces significaba que ni yo le gustaba, o era acaso que nadie fuera de mi, entonces tuve que inventar una estrategia rápida, acuciosa y efectiva.
- Es que quería darte algo, un regalo… pero tienes que cerrar los ojos
- ¿Para que?
- Ya pues no malogres el momento
Ella entre cerro sus ojos y no le creí que no me miraba, le dije que pusiera su bincha en sus ojos cosas que así no podía verme… ella lo hizo… y pensándolo varias veces la bese.
Ella acaricio con sus manos mi cuello y le dio más ritmo a sus labios, al dejarnos de besar me miro y muy al su estilo me da un manazo en la barriga y sentencia -tanto te demoras- y me vuelve a besar.
<<0>>
Al día siguiente volví al cafetín, el mozo me había advertido que ellas siempre venia a tomarse un jugo casi siempre a la misma hora, espere una hora cuando se apareció junto a sus amigas que me quedaron mirando, ella con su infartante mirada me mira y se acerca a mi mesa.
- Oscar Martín Quintana… que gordo estas.
- Que gusto verte Jackie, tu si estas divina.

Y me sonríe, nos damos una abrazo y la invito a sentarse conmigo, intercambiamos números y correos, recordamos nuestras épocas de niños, preguntamos por nuestras familias, etc.
- Espero volver a verte, llámame para encontrarnos pues ya fuiste bastante ingrato.
- Esta bien me comprometo que lo haré.
Se despide no sin antes regalarme una mirada inquisidora que me obliga a llamarla.
<<0>>
Jackie y yo estuvimos 3 meses, y terminamos porque ella se fue a vivir a otro distrito, por algún motivo me volví a encontrar con ella, por algo dicen que el primer amor nunca se olvida.

miércoles, marzo 05, 2008

El día en que me vaya

Llegara el día en que revisando tus cajones encontraras algún recuerdo o alguna carta mía, quizás unas de las primeras o las ultimas que nos dimos, ese pedazo de papel en el que un día de los tantos que pasamos juntos plasme mis sentimientos, mis pensamientos y mis más fervientes deseos… lo sacaras de ese sobre ya percudido por el tiempo y lo volverás a leer, supongo, con el mismo entusiasmo como la primera vez.
<<0>>
Recordaras lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo, lo que te dije y lo que no debí decirte, lo que quedo pendiente y lo que permanecerá en el olvido.
Seguramente pensaras porque aquella noche no te bese, pensaras porque me apresure en decirte lo que siento, porque no hice esto o aquello, te cuestionaras tanto que habrá noches en las que no podrás dormir, y pensaras en mí.
<<0>>
Querrás saber como estoy y en que ando, si duermo solo o acompañado, si te recuerdo o te he olvidado, entonces te picara la curiosidad e intentaras llamarme, y probablemente al contestarte no responderás, quizás por algún temor, y escucharas mi voz tan solo para saber de que aún existo, de que estoy bien… de que quieres verme.
<<0>>
Preguntas por mi a los amigos en común, mucho te dicen que estoy bien, otros dirán que salgo con alguien, otros inventaran que estoy con alguien, muchos te dirán que no quieren verme, pocos te dirán que no saben nada, entonces decidida a saber donde estoy me escribes un correo saludándome gratamente, preguntándome que es de mi vida y en que ando, finalizas tu mensaje con aire escueto diciendo “dile a tu enamorada que te de permiso pues”, entonces supongo que de todos los comentarios y chismes preferiste el de la enamorada porque es más provocador, sabes que te contestare y entonces volveremos a conversar, volveremos acercarnos.
<<0>>
Pero se dio que no conteste tu correo, y me llamaste ingrato durante un tiempo y timbraste al celular y enviaste mensajes culpando a mi “enamorada” de prohibirme hablar contigo, pero no es así.
<<0>>
Ya muy seria empezaste a preocuparte sobre mi ubicación, preguntaste nuevamente y nadie te supo dar razón, llamaste a mi casa y nadie contestaba, llamadas al celular e infinidad de mensajes de texto… hasta que diste con mi mejor amigo y te animaste a preguntar por mí.
Mi compañero aquel te dice que me fui… que me fui para no volver, que desaparecí de repente sin saber porque, buscando algún propósito, buscando alguna respuesta… tan solo me fui.
<<0>>
Y recordaste la vez que me aleje de ti asegurándote que no volvería a molestarte, de cómo fue que nos distanciamos sin decirnos “cuídate mucho”… que quizás te busque en algún momento esperando volver a verte y decidiste que todo se había terminado por algún error mío, que seria difícil ser nuevamente amigos, que ya no dejaras que te abrace con cierto deseo por el malecón o que ya no sienta el roce de tu mano, ni el aliento de tus labios jugando a querer besar, decidiste darme una lección, para que sepa que se siente perderte.
<<0>>
Fue entonces que me aleje a petición tuya, buscando entre las demás el consuelo carnal, y me acostumbre a su complicidad, aprendiendo a mentir, a guardarles secretos, hasta sentar cabeza y decidir que hacer.
<<0>>
El día en que me vaya, te preguntaras porque no conversamos bien, que fue lo que quedo pendiente, porque no nos volvemos a ver, porque dejamos de cruzar miradas, porque dejamos de ir al cine, porque dejamos de atraernos, porque dejamos de jugar a ser amantes, porque dejamos de hacernos el amor, en que momento se perdió todo, y me recordaras con cariño así como lo hago yo contigo, y pienso que mientras halla vida y aún tengamos el tiempo siempre habrá un momento para decirte……