jueves, diciembre 31, 2009

Diciembre 31... y tu

Es el último día de año, guardo luto por mi abuela que se me fue; un cambio de año indiferente, lleno de nada, cual muñeco esperando a calcinarse a las doce.

El último día del año tiene una desazón indiscultible, guardo la pena de este año que se va, colocando en una caja los recuerdos nefastos de meses atrás y lucho a cada momento, a cada minuto con la rabia y el fastidio; este fin de año quiero quemar en ese fogón tradicional el descalabro sentimental que inyectaste en mi para no olvidarlo jamas , esa imagen que no se borra de mi memoria y que Carola (la buena) ha intentado sacarlo poco a poco, pacientemente, sabiamente y sin esperar reciprocidad.

Hoy me tomo un café en silencio en un Starbuck atiborrado de familias y parejas; cappuccino y vainilla late, eso que tu tomas a escondidas… tengo o tenía una historia contigo y se diluyo antes de que se acabe el año y me reservo la nostalgia para no pensar más, pero así como llevaba orgulloso el recuerdo de tu vida conmigo llevo así la decepción acuestas… adiós amor… adiós para siempre.

Carola (la buena), enciende una vela previa al cambio de año, cenaremos pastas a lo Alfredo, la vi ensayar el platillo, escucha Coldplay de fondo y tararea con su buen ingles una canción que adereza la salsa blanca; abre un vino añejo y brinda por nosotros antes de que se acabe el año… Bonano sale al balcón porque solo sale en luna llena y aulla creyendose un lobo por la noche y se relaja viendo las luces de los autos brillar de un lado a otro… esa noche espere un mensaje tuyo con proposición de fuga, pero conozco tu corazón y se que no ocurrirá… hoy dormiremos en camas distintas con tus sueños en otro y mis lagrimas en la almohada.


Esta noche te vas de fiesta en tu mejor traje de fin de año y bailaras a ritmo de moda los temas con un tipo que posee dos pies izquierdos y no me jacto de ser danzarín pero tu conoces mi swing y sabes que esta noche que debió ser nuestra noche la derrochaste con alguien que te ilusiona… y me diste por olvidado pero me guardo eso que se dice que las cosas no valen por el tiempo que duran… sino por la huella deja.

Falta poco para las doce y un espumante champang espera en la cocina, brindo una copa a solas antes de ir por Carola y lanzo unas croquetas al compañero canino, se relame y me mira espectante, sentado junto a la puerta… brindo con Bonano una noche a solas… feliz año mi querido amigo… celebraremos año nuevo solos? Y en su inocencia menea la cola alegremente y pensé “ya vamonos huevas deja de pensar en ella… ten  por seguro que no se divertirá”.

Donde estés pasa un bonito fin de año… no te deseo uno feliz, no por cólera, sino porque la felicidad a cuesta de otros no es más que una triste ilusión… y cualquier similitud es pura coincidencia.

martes, diciembre 29, 2009

Un beso

Se dice que el beso es la expresión del cariño, el amor, el afecto; ese contacto físico que finiquitan dos personas que se aman o se quieren… o quizás ninguna de las dos, pero el beso… un beso vale, a veces, más que mil palabras.

La hija de Antonella, Paula tiene recién un año, el candor de su inocencia deambula por toda la casa buscando en que entre tenerse, balbucea algunas palabras y sonríe alegremente cuando llega Vladimir, el hijo de 10 meses de Manuel y Karol. Paula que ya se sabe mayor lo guía llevándolo de la mano de un lado a otro al pequeño “Vladi”, Paula da sus pininos de querer correr jalando ligeramente a su parejita, pero le provoca un ligero sentón al suelo haciendo que Vladimir empiece a llorar; sin embargo, Paula lo coge con ambas manos y lo ayuda a levantarse… ya cuando lo tiene nuevamente de pie Paula le estampa un beso en los labios al pequeño Vladimir para consolarlo… misteriosamente Vladimir dejo de llorar, cogió de la mano a Paula y se echaron a correr.

Un beso inocente de dos criaturas que no sabrán por el momento que hicieron, pero que Vladimir encontró la tranquilidad para reponerse y olvidarse del sentón; ese beso inocente y consolador le dio un matiz especial a sus vidas… nadie sabrá si volverá a repetirse, pero nadie les quitará lo bailado.

Un beso en las manos es más que elegancia y caballerosidad, no solo es de marqueses y condes, es también el aprecio a una belleza oculta, es un homenaje a la ternura y a la sencillez… a la maternidad, a la paternidad… besé las manos de mi abuela en su lecho de muerte mientras se despedía con una sonrisa, y beso las manos de mi madre cuando la veo dormir, le retribuyo esa señal de la cruz que me da por las mañanas cuando salgo a trabajar… besas las manos de un bebe cuando ajusta sus manitos buscando protección o las abre palpando esa superficie facial de reconocimiento… sonríe cuando su sentido táctil ha reconocido quien lo acoge.

Un beso tiene una textura de protección, un beso en la frente como le gusta a Carola, hace que se sienta cuidada y protegida; el momento exacto en que se plasma un beso puede manifestar que las cosas están bien, que nada va a pasar… y si algo malo ocurre voy a estar ahí, porque quieres que este ahí… ese beso en la frente recostada en mi hombro calma, sosiega… enamora.

Ese beso que enamora se plasma en los labios, esos frágiles músculos bucales se contornean en diversas formas donde la lengua también se involucra y forma parte ese ejercicio placentero que enciende momentos y pasiones, ese roce que es la muestra previa para hacer el amor es la llave para esa apertura amatoria; un beso en la calle es mostrarle al mundo que te quiero, es mostrarle al transeúnte que te amo… es hacerte el amor en chiquito, es hacerte el amor en público.

Un beso es la llave de todo; un beso a solas se expande por todo el cuerpo buscando la exaltación divina, un beso en el cuello enciende ese fuego guardado en lo más recóndito de nuestro ser, un volcán silencioso a punto de erupción, es lava lo que recorre nuestras venas cuando un beso lo provoca, ese ligero contacto se vuelve pasional, elemental… los labios se mantienen en constante comunicación con tu cuerpo, rozando tus pezones que se escarapelan al instante y el contacto con tu ombligo que finge de punto de equilibrio se rompe, bamboleante contorneas tu abdomen dándole éxtasis al vaivén entre mi boca y tu ombligo.

Y si sigo bajando encontrare esa cerradura que un primer beso se atreve a ampliar su postura y confabulado con la lengua, la disfrazo de llave que encaja en tu cerradura, jugueteando con esos labios inferiores, enamorándolos, seduciéndolos, coqueteándolos, extasiándolos… terminamos conociéndonos… más que a la perfección.

El beso se extiende por las piernas, siente la tersura de tus piernas, la tibieza de tus muslos y tus glúteos, me encandilo con cada parte de tu cuerpo, cada beso es un sello en tu piel, cada zona tiene mi firma, cada poro respira a mí; venero tus pies y cada beso en tus pies los baño forrándolos cual zapatito de cristal… cierro un beso más saboreando la humedad que destila de tu ser.

El beso es la máxima expresión del sentir, dice todo, expresa todo, perdona todo, ama todo… tu beso de hoy por la mañana, me despertó… el día fue perfecto… vez lo que hace un beso… tu beso.

lunes, diciembre 28, 2009

Ella aquí

Su presencia en la puerta de mi casa con una sonrisa cautelosa, ese mirar extraviado en el aire, me hacen suponer solo una cosa… la mujer que yace sola bajo el umbral de mi casa vino así, vive así, se siente así… sola.

Te sientas como estuvieras en un hospital, como si fueras a romper el sofá mientras tus primeras palabras de pedigre salen de ti con forcet, te ofrezco algo de tomar porque sospecho que no estas bien y entrecruzas tus dedos configurando palabras, ordenándolas, descartandolas… estas nerviosa, perturbada, sigilosa, apenada, avergonzada, sabes dentro de ti que tu presencia aquí tiene destino especial, formidable, admirable… invaluable.

Hoy amaneciste con esa intriga en la cabeza, esa inquietud que probablemente no te dejo dormir, abriste los ojos a mitad de la noche e intentaste ver las estrellas a través del techo mientras el sujeto que pernocta a tu lado cuenta ovejas (si es que sueña porque no hace otra cosa), piensas, reflexionas y meditas “no, no esta bien” esa noche mientras intentas dormir escribo un poema que haga juego con tu piel… piel que no conozco… adormitada sientes la presencia de un hombre a lado de tu cama, te levantas y te dejas descubrir por ese espectro que susurra a tu oído y sientes el fresco aliento de su beso que lleva nuevamente a la cama a encaminar tu sueño… eso es todo… sonríes, dices mi nombre y Morfeo te acoge en sueños.

Imagino también esa mañana desabrida de café insulso y ni un buenos días; unas tostadas sin mantequilla, cuatro panes y un adiós a medias; un beso olvidado adrede y la indiferencia disfrazado de hombre cruzarán tu puerta y se irá al trabajo a proclamar a los cuatro vientos lo macho que es en su tálamo nupcial, a ufanarse de ese perfil inexistente de quien lleva los pantalones… mientras tu preparas el desayuno a tu hijita y la alistas para su nido.

Te das un duchazo fresco por la mañana, el agua transita por tu cuerpo suavemente dejando que el jabón perfume tu piel de extremo a extremo, tus manos acarician tu ser como un amante espontaneo y el chispazo en el rostro te despierta del momento pasional, momento que tiene cada gota y esa sensación pecaminosa que se guarda en secreto en tus poros. Te tumbas a la cama desnuda escoltada por la toalla húmeda y miras nuevamente el techo de la noche para imaginar el momento que sobreviene entre tus piernas.

Te contemplas hermosa, bella y fatal frente al espejo y eliges entre tu colección el mejor atuendo, una blusa casi transparente, un jean a la medida (que medidas!) y unas botas galopantes que llegarán más allá del horizonte. Desempolvas tu maquillaje, seleccionas un color que pinte tu abandono y le de sentido a tu tristeza, conspiras con el carmín de tus labios, el rubor reposa en tus mejillas y resaltas la sonrisa que se esconde hace tiempo, el cambio de look que en tu cabello descubre la hermosura de mujer que se ha dejado vencer por su belleza, desnudas a la timidez con paciencia y la revocas de ti, para sentirte como nunca.

Ese encanto que se mezcla con la timidez propia de tu ser, yace en mi sala, sentada en mi sillón, conversas dos o tres cosas y te dejas vencer por la timidez que quiere sacarte de ahí a la prepo, el pudor te invade porque en el fondo de ti sabes que no debes estar ahí… conmigo. Es entonces que me aventuro a cortejarte, a enaltecerte, a alabarte… todo ese ritual de embellecimiento tiene que ser destacado, valorado… y te sonrojas, se agudiza tu timidez, te sientes intimidada, avergonzada, pudorosa; e intentas coquetear conmigo y logras deshacerte de esa niña tímida que osó visitarme.
Y te dejas seducir, te dejas cautivar… te dejas acariciar, porque al cerrar tus ojos te has de sentir relajada, admirada, querida, amada… y sello mis labios con los tuyos deshielando ese momento intacto que el pudor ha congelado, el vaivén de tu lengua presagia lo que ocurrirá en el sofá.

Descubres tu piel ante mi dejando caer tu blusa transparente, y ese jean va descubriendo el torneado de tus piernas y la suavidad de tu piel, tus dedos juguetean con mi cabello extendiendo ese beso con que empezó todo, la noche se presta para darle color al placer; la ternura de tus manos, la dulzura de tu boca, la pasión en tu mirar, la candidez de tus pies… ella aquí… explorando mi pecho, encontrándose ella misma, buscándole el como a su porque… ella aquí… haciéndome el amor.

Te descubres toda, una diosa del olimpo se esconde aquí… una venus olvidada en la cocina, una amante cautelosa se descubre en mi cama… te sueltas, te disipas, te amas, te deseas, te liberas... sabes que hay cosas que tu cuerpo guarda celosamente, quizás con la esperanza de encontrar a ese amor perdido o desahuciado, hay besos borrosos en tu piel que ya nadie recuerda... o que ya olvidaste... por eso la tibieza de tu piel se rehúsa a ser tocada y un beso insistente coquetea con tu ombligo mientras tu piel se escarapela, la quietud de tu cintura, la frialdad de tus pechos... ya nada es como antes... ahora todo es mejor.

Hay una gota de sudor descurre por tu espalda y tu garganta se ahoga de placer, un airecillo ligero se escucha en el silencio mientras tu cintura driblea sin cesar, el contorneo de tu cintura le pone música al momento, tus caderas de guitarra ensayan una antigua canción, son tus melodías placenteras que no se escuchaban hace tiempo son nuevamente tocadas por mis manos explorantes, la música en tu cuerpo, una canción en tu alma… tus manos me acarician despertando mi sentir, tu aroma de mujer se guarda en mis sábanas y tu desnudez duerme sobre mi almohada… hoy despediste a tu vergüenza y encerraste a tu timidez en el closet, adopte en mi piel esa placer guardado que se había vuelto añeja y me hiciste el amor como tu primera vez.

Verte vestirte, ya sin el pudor imperante, me obliga a hacerte una petición “quédate conmigo” y me sonríe como si hubiera bromeado, se despide con un te quiero y vuelve a besarme apasionada, glamorosa… liberada… saliste presurosa y me quede en la cama aun sintiendo tu aroma, me enrede en sábanas y alucine contigo… mirando la puerta… por si regresabas.

viernes, diciembre 25, 2009

Regalo de navidad

Es diciembre sol, es a veces azul; pero en mi ciclo climático personal es gris, gris rata, gris ingrato, gris infeliz… el peor regalo de mi vida es tener el corazón cuarteado, una bombilla del árbol reventado en el piso, una luz que no prende, una guirnalda desabrida, incolora… navidad, navidad, triste navidad.

Hay un pavo en medio de la mesa, horneado y sacramentado; un champagne burbujeando que se brindará en su momento conmemorando no se que, un arbolito navideño al que le faltan luces y tú en otro lugar sonriendole al estúpido de papa noel que te trajo una “feliz” navidad.

Es navidad dice la vecina que sonríe y abraza a su vecino, una madre que acaricia a su pequeño, unos niños que deambulan con sus juguetes nuevos… hoy por la noche mientras tu cenas en casa ajena jugando a ser la engreída de esa casa, mientras te encariñan sigilosamente y hablan (cuestiones) de ti en la cocina; yo recuerdo a mi abuela que hace poco se fue… hoy mi navidad es triste por partida doble.

Esta noche es diferente en el cielo petardeado de humo en pólvora, la noche más gris que conozco tiene ese aroma de indiferencia que nace de ti a kilómetros… Un mensaje tuyo deseándome una felíz navidad a secas, no amengua el desequilibrio emocional, es agrandar esa rabia retenida que no quiero mostrar en público.

Sin embargo, el mensaje aquel, nació en el silencio de un baño… su baño y te animaste a mensajearme haciendo a un lado tu orgullo y vanidad que no son propios de ti. Hoy no voy a detestarte porque no te mereces nada de mi, no voy a regalarte mi fastidio, ni mi rencor; no voy a mortificarme contigo mientras juegas a la cena como novia perfecta… hoy tengo tu mensaje en el celular recordándome que estas ahí, que siempre habrá cosas que no entenderás o que no entenderemos… hoy una pelota esta en tu cancha y eres tu quien da el saque inicial… pero se que no lo harás porque tienes ese entusiasmo ahogado de la ilusión.

Mientras cenas y planificas tu fiesta de fin de año, su familia te mirará de soslayo y murmurarán un no se que a tus espaldas y se despacharán cuando te vayas… a su regreso será participe de la critica y guardará silencio como aquella vez en el malecón… mientras tu sueñas con la cena de navidad en su casa, él escuchará a su madre opinar de ti y a más champagne, más opinión.

Sin embargo; Papa Noel llegó a mi puerta dejándome un regalo por 25, es un beso en una tarjeta navideña, una foto de los dos al borde del malecón; es mi nueva Carola con sus lentes de sol y mi mirada de tonto… ella, la de la foto, alegró mi noche buena con un Feliz Navidad Mi Amor!!!... con eso simple cerré mi día.

jueves, diciembre 03, 2009

Un día como hoy


En el efemerides de mi vida hay cosas que recuerdo con las nostalgia propia de mis sentires, hay cosas en la vida que guardo y recuerdo, borro y olvido para siempre de mi. Destaco las cosas que me marcaron, marca y marcarán por secula seculorum.

Un día como hoy, papá viajo a los Estados Unidos con el sueño americano en los bolsillos, el avión de Aeromexico se lo llevó a Tijuana y aguardo algunos meses para que un “Coyote” les olfateara el terreno y esquivando aguilas de migración pueda cruzar el río que dividia América. El indocumentado daba inicio al sueño que le tomaría muchos años alcanzar… donde la esperanza no se alejaría y se volvería su aliada.

Un día como hoy, salió el sol en mi vida y la alumbro un lunes por la mañana, al verla sentada en ese escritorio sometida a interminables papeles; efienciente, pro activa, dedicada, empeñosa… bonita, simpatica, encantadora; la secretaria que provocaba mirar los lunes a primera hora se enfundo en traje de novia un día como hoy matando así las ilusiones de un puñado de galifardos y conquistadores que ella nunca descubrió.

Un día como hoy, mi mamá me dio la regañada del año, o del siglo, sentí la furia de su cólera en aquel jalón de orejas y rompí (más queriendo que sin querer) el cucharón de palo con el que hacia mazamorra los sábados por la tarde… no recuerdo por que fue (y mejor así)… le prometí portarme bien en lo sucesivo.

Un día como hoy, anote 4 goles en un partido de fulbito donde mi barrio se enfrentaba a nuestro clásico rival de cuadra… con alma, corazón y vida remontamos un 7 a 3 rompiendo así la tradición de perder siempre… un 10 a 7 para la historia que festejamos cual campeón del mundo, sendas coca colas heladas como premio al merito y extensos comentarios al finalizar el partido… los festejos de la noche gloriosa de nuestro triunfo de barrio terminaron a las 11 cuando nuestras madres ya nos llamaban para entrar a la casa… noche donde el sueño glorioso nos acompaño hasta que nos alcanzó el cansancio y la hora de dormir.

Un día como hoy, la jovencita que se desnuda ante mi me regala la inocencia de su cuerpo, en nuestra primera noche juntos, nuestra primera noche de intimidad… nerviosismo puro, inexperiencia toda, ojos cerrados y candor exacto… la noche que nos llevamos la pasión de cada uno y la envolvimos en nuestras sabanas, fue la noche que descubrí el amor en todo el explendor, la maravilla del cuerpo humano y el misterio que esconde y la revelación de la sexualidad, la afinidad de la desnudez y su enigma por su descubrimiento… el amor, la pasión, el placer… todo escondido bajo la piel intensa.

Un día como hoy, conoci la decepción y la pena, la tristeza y la infidelidad se burlaron de mi, se mofaron de mi… y cortaron con la espada de la indiferencia de un solo tajo el encanto del amor, del amor vulnerable, del amor intenso… matando los sueños futuros, revelando caretas, rompiendo corazones… La sonrisa volvió cuando el mundo dio vueltas.

Un día como hoy ingrese a la universidad y me perdí entre libros y cuadernos, entre Vargas Llosa y García Márquez, entre periódicos y revistas, entre trasnochadas y amanecidas, ron y cigarros, cigarros y café, cigarros y otros cigarros, un beso y un adiós, música y luces… Varios años que culminaron un día como hoy con una toga y un ribete que cerraban un ciclo y abría otro... para toda la vida.

Un día como hoy, un retoño se aferraba a mi pulgar confiando a ojos cerrados quien era yo y gesticulaba fuera de su habitat maternal percibiendo ese aroma extraño de este mundo… percibiendo ese ambiente alegre de su llegada, sonríe aun sin saber cuando y como llego… el pedacito de vida que llego a mi vida tiene aun ese sello de bendición que Dios tiene para mi.

Un día como hoy, me enamore de nuevo y me alegro la vida, renovó mi vida, transformo mi vida y me entrege en cuerpo y alma para darle sentido a esa vida con el toque familiar que ya me toca… la mujer que me despierta cada mañana con una sonrisa y un café, me da un beso y un te amo cada día de la semana en sus 25 horas en los 367 días del año… y me ha susurrado al oído que quiere prolongar la dinastía de mi apellido conjugado con el suyo y vivir felices por secula seculorum.

Un día como, hoy honrare a mis padres por lo que me dieron y por los momentos que me hicieron feliz, y los recordare y rezare por ellos sabiendo que me acompañaran a todo lugar y a cada momento… dándome una bendición especial como cuando era niño.

… Un día como hoy cerraré los ojos y con las manos cruzadas para siempre y dejare a mis hijos el recuerdo de un padre que estuvo y estará desde más allá cuidándolos; de un hijo que a pesar de mis errores cumplí con obediencia las ordenes de mis padres; de un esposo que amo con integridad y recelo, y que respeto a su mujer dándole el trono que se merece; de un amigo que abrió su corazón y dijo sin prejuicio y censura, con la irreverencia y sinceridad de siempre, lo que tenía que decir, que perdí amigos porque el destino los consideró innecesarios para mi crecimiento.

Un día como hoy me iré de este mundo con la satisfacción de haber hecho lo que tenía que hacer.