jueves, diciembre 31, 2009

Diciembre 31... y tu

Es el último día de año, guardo luto por mi abuela que se me fue; un cambio de año indiferente, lleno de nada, cual muñeco esperando a calcinarse a las doce.

El último día del año tiene una desazón indiscultible, guardo la pena de este año que se va, colocando en una caja los recuerdos nefastos de meses atrás y lucho a cada momento, a cada minuto con la rabia y el fastidio; este fin de año quiero quemar en ese fogón tradicional el descalabro sentimental que inyectaste en mi para no olvidarlo jamas , esa imagen que no se borra de mi memoria y que Carola (la buena) ha intentado sacarlo poco a poco, pacientemente, sabiamente y sin esperar reciprocidad.

Hoy me tomo un café en silencio en un Starbuck atiborrado de familias y parejas; cappuccino y vainilla late, eso que tu tomas a escondidas… tengo o tenía una historia contigo y se diluyo antes de que se acabe el año y me reservo la nostalgia para no pensar más, pero así como llevaba orgulloso el recuerdo de tu vida conmigo llevo así la decepción acuestas… adiós amor… adiós para siempre.

Carola (la buena), enciende una vela previa al cambio de año, cenaremos pastas a lo Alfredo, la vi ensayar el platillo, escucha Coldplay de fondo y tararea con su buen ingles una canción que adereza la salsa blanca; abre un vino añejo y brinda por nosotros antes de que se acabe el año… Bonano sale al balcón porque solo sale en luna llena y aulla creyendose un lobo por la noche y se relaja viendo las luces de los autos brillar de un lado a otro… esa noche espere un mensaje tuyo con proposición de fuga, pero conozco tu corazón y se que no ocurrirá… hoy dormiremos en camas distintas con tus sueños en otro y mis lagrimas en la almohada.


Esta noche te vas de fiesta en tu mejor traje de fin de año y bailaras a ritmo de moda los temas con un tipo que posee dos pies izquierdos y no me jacto de ser danzarín pero tu conoces mi swing y sabes que esta noche que debió ser nuestra noche la derrochaste con alguien que te ilusiona… y me diste por olvidado pero me guardo eso que se dice que las cosas no valen por el tiempo que duran… sino por la huella deja.

Falta poco para las doce y un espumante champang espera en la cocina, brindo una copa a solas antes de ir por Carola y lanzo unas croquetas al compañero canino, se relame y me mira espectante, sentado junto a la puerta… brindo con Bonano una noche a solas… feliz año mi querido amigo… celebraremos año nuevo solos? Y en su inocencia menea la cola alegremente y pensé “ya vamonos huevas deja de pensar en ella… ten  por seguro que no se divertirá”.

Donde estés pasa un bonito fin de año… no te deseo uno feliz, no por cólera, sino porque la felicidad a cuesta de otros no es más que una triste ilusión… y cualquier similitud es pura coincidencia.

martes, diciembre 29, 2009

Un beso

Se dice que el beso es la expresión del cariño, el amor, el afecto; ese contacto físico que finiquitan dos personas que se aman o se quieren… o quizás ninguna de las dos, pero el beso… un beso vale, a veces, más que mil palabras.

La hija de Antonella, Paula tiene recién un año, el candor de su inocencia deambula por toda la casa buscando en que entre tenerse, balbucea algunas palabras y sonríe alegremente cuando llega Vladimir, el hijo de 10 meses de Manuel y Karol. Paula que ya se sabe mayor lo guía llevándolo de la mano de un lado a otro al pequeño “Vladi”, Paula da sus pininos de querer correr jalando ligeramente a su parejita, pero le provoca un ligero sentón al suelo haciendo que Vladimir empiece a llorar; sin embargo, Paula lo coge con ambas manos y lo ayuda a levantarse… ya cuando lo tiene nuevamente de pie Paula le estampa un beso en los labios al pequeño Vladimir para consolarlo… misteriosamente Vladimir dejo de llorar, cogió de la mano a Paula y se echaron a correr.

Un beso inocente de dos criaturas que no sabrán por el momento que hicieron, pero que Vladimir encontró la tranquilidad para reponerse y olvidarse del sentón; ese beso inocente y consolador le dio un matiz especial a sus vidas… nadie sabrá si volverá a repetirse, pero nadie les quitará lo bailado.

Un beso en las manos es más que elegancia y caballerosidad, no solo es de marqueses y condes, es también el aprecio a una belleza oculta, es un homenaje a la ternura y a la sencillez… a la maternidad, a la paternidad… besé las manos de mi abuela en su lecho de muerte mientras se despedía con una sonrisa, y beso las manos de mi madre cuando la veo dormir, le retribuyo esa señal de la cruz que me da por las mañanas cuando salgo a trabajar… besas las manos de un bebe cuando ajusta sus manitos buscando protección o las abre palpando esa superficie facial de reconocimiento… sonríe cuando su sentido táctil ha reconocido quien lo acoge.

Un beso tiene una textura de protección, un beso en la frente como le gusta a Carola, hace que se sienta cuidada y protegida; el momento exacto en que se plasma un beso puede manifestar que las cosas están bien, que nada va a pasar… y si algo malo ocurre voy a estar ahí, porque quieres que este ahí… ese beso en la frente recostada en mi hombro calma, sosiega… enamora.

Ese beso que enamora se plasma en los labios, esos frágiles músculos bucales se contornean en diversas formas donde la lengua también se involucra y forma parte ese ejercicio placentero que enciende momentos y pasiones, ese roce que es la muestra previa para hacer el amor es la llave para esa apertura amatoria; un beso en la calle es mostrarle al mundo que te quiero, es mostrarle al transeúnte que te amo… es hacerte el amor en chiquito, es hacerte el amor en público.

Un beso es la llave de todo; un beso a solas se expande por todo el cuerpo buscando la exaltación divina, un beso en el cuello enciende ese fuego guardado en lo más recóndito de nuestro ser, un volcán silencioso a punto de erupción, es lava lo que recorre nuestras venas cuando un beso lo provoca, ese ligero contacto se vuelve pasional, elemental… los labios se mantienen en constante comunicación con tu cuerpo, rozando tus pezones que se escarapelan al instante y el contacto con tu ombligo que finge de punto de equilibrio se rompe, bamboleante contorneas tu abdomen dándole éxtasis al vaivén entre mi boca y tu ombligo.

Y si sigo bajando encontrare esa cerradura que un primer beso se atreve a ampliar su postura y confabulado con la lengua, la disfrazo de llave que encaja en tu cerradura, jugueteando con esos labios inferiores, enamorándolos, seduciéndolos, coqueteándolos, extasiándolos… terminamos conociéndonos… más que a la perfección.

El beso se extiende por las piernas, siente la tersura de tus piernas, la tibieza de tus muslos y tus glúteos, me encandilo con cada parte de tu cuerpo, cada beso es un sello en tu piel, cada zona tiene mi firma, cada poro respira a mí; venero tus pies y cada beso en tus pies los baño forrándolos cual zapatito de cristal… cierro un beso más saboreando la humedad que destila de tu ser.

El beso es la máxima expresión del sentir, dice todo, expresa todo, perdona todo, ama todo… tu beso de hoy por la mañana, me despertó… el día fue perfecto… vez lo que hace un beso… tu beso.

lunes, diciembre 28, 2009

Ella aquí

Su presencia en la puerta de mi casa con una sonrisa cautelosa, ese mirar extraviado en el aire, me hacen suponer solo una cosa… la mujer que yace sola bajo el umbral de mi casa vino así, vive así, se siente así… sola.

Te sientas como estuvieras en un hospital, como si fueras a romper el sofá mientras tus primeras palabras de pedigre salen de ti con forcet, te ofrezco algo de tomar porque sospecho que no estas bien y entrecruzas tus dedos configurando palabras, ordenándolas, descartandolas… estas nerviosa, perturbada, sigilosa, apenada, avergonzada, sabes dentro de ti que tu presencia aquí tiene destino especial, formidable, admirable… invaluable.

Hoy amaneciste con esa intriga en la cabeza, esa inquietud que probablemente no te dejo dormir, abriste los ojos a mitad de la noche e intentaste ver las estrellas a través del techo mientras el sujeto que pernocta a tu lado cuenta ovejas (si es que sueña porque no hace otra cosa), piensas, reflexionas y meditas “no, no esta bien” esa noche mientras intentas dormir escribo un poema que haga juego con tu piel… piel que no conozco… adormitada sientes la presencia de un hombre a lado de tu cama, te levantas y te dejas descubrir por ese espectro que susurra a tu oído y sientes el fresco aliento de su beso que lleva nuevamente a la cama a encaminar tu sueño… eso es todo… sonríes, dices mi nombre y Morfeo te acoge en sueños.

Imagino también esa mañana desabrida de café insulso y ni un buenos días; unas tostadas sin mantequilla, cuatro panes y un adiós a medias; un beso olvidado adrede y la indiferencia disfrazado de hombre cruzarán tu puerta y se irá al trabajo a proclamar a los cuatro vientos lo macho que es en su tálamo nupcial, a ufanarse de ese perfil inexistente de quien lleva los pantalones… mientras tu preparas el desayuno a tu hijita y la alistas para su nido.

Te das un duchazo fresco por la mañana, el agua transita por tu cuerpo suavemente dejando que el jabón perfume tu piel de extremo a extremo, tus manos acarician tu ser como un amante espontaneo y el chispazo en el rostro te despierta del momento pasional, momento que tiene cada gota y esa sensación pecaminosa que se guarda en secreto en tus poros. Te tumbas a la cama desnuda escoltada por la toalla húmeda y miras nuevamente el techo de la noche para imaginar el momento que sobreviene entre tus piernas.

Te contemplas hermosa, bella y fatal frente al espejo y eliges entre tu colección el mejor atuendo, una blusa casi transparente, un jean a la medida (que medidas!) y unas botas galopantes que llegarán más allá del horizonte. Desempolvas tu maquillaje, seleccionas un color que pinte tu abandono y le de sentido a tu tristeza, conspiras con el carmín de tus labios, el rubor reposa en tus mejillas y resaltas la sonrisa que se esconde hace tiempo, el cambio de look que en tu cabello descubre la hermosura de mujer que se ha dejado vencer por su belleza, desnudas a la timidez con paciencia y la revocas de ti, para sentirte como nunca.

Ese encanto que se mezcla con la timidez propia de tu ser, yace en mi sala, sentada en mi sillón, conversas dos o tres cosas y te dejas vencer por la timidez que quiere sacarte de ahí a la prepo, el pudor te invade porque en el fondo de ti sabes que no debes estar ahí… conmigo. Es entonces que me aventuro a cortejarte, a enaltecerte, a alabarte… todo ese ritual de embellecimiento tiene que ser destacado, valorado… y te sonrojas, se agudiza tu timidez, te sientes intimidada, avergonzada, pudorosa; e intentas coquetear conmigo y logras deshacerte de esa niña tímida que osó visitarme.
Y te dejas seducir, te dejas cautivar… te dejas acariciar, porque al cerrar tus ojos te has de sentir relajada, admirada, querida, amada… y sello mis labios con los tuyos deshielando ese momento intacto que el pudor ha congelado, el vaivén de tu lengua presagia lo que ocurrirá en el sofá.

Descubres tu piel ante mi dejando caer tu blusa transparente, y ese jean va descubriendo el torneado de tus piernas y la suavidad de tu piel, tus dedos juguetean con mi cabello extendiendo ese beso con que empezó todo, la noche se presta para darle color al placer; la ternura de tus manos, la dulzura de tu boca, la pasión en tu mirar, la candidez de tus pies… ella aquí… explorando mi pecho, encontrándose ella misma, buscándole el como a su porque… ella aquí… haciéndome el amor.

Te descubres toda, una diosa del olimpo se esconde aquí… una venus olvidada en la cocina, una amante cautelosa se descubre en mi cama… te sueltas, te disipas, te amas, te deseas, te liberas... sabes que hay cosas que tu cuerpo guarda celosamente, quizás con la esperanza de encontrar a ese amor perdido o desahuciado, hay besos borrosos en tu piel que ya nadie recuerda... o que ya olvidaste... por eso la tibieza de tu piel se rehúsa a ser tocada y un beso insistente coquetea con tu ombligo mientras tu piel se escarapela, la quietud de tu cintura, la frialdad de tus pechos... ya nada es como antes... ahora todo es mejor.

Hay una gota de sudor descurre por tu espalda y tu garganta se ahoga de placer, un airecillo ligero se escucha en el silencio mientras tu cintura driblea sin cesar, el contorneo de tu cintura le pone música al momento, tus caderas de guitarra ensayan una antigua canción, son tus melodías placenteras que no se escuchaban hace tiempo son nuevamente tocadas por mis manos explorantes, la música en tu cuerpo, una canción en tu alma… tus manos me acarician despertando mi sentir, tu aroma de mujer se guarda en mis sábanas y tu desnudez duerme sobre mi almohada… hoy despediste a tu vergüenza y encerraste a tu timidez en el closet, adopte en mi piel esa placer guardado que se había vuelto añeja y me hiciste el amor como tu primera vez.

Verte vestirte, ya sin el pudor imperante, me obliga a hacerte una petición “quédate conmigo” y me sonríe como si hubiera bromeado, se despide con un te quiero y vuelve a besarme apasionada, glamorosa… liberada… saliste presurosa y me quede en la cama aun sintiendo tu aroma, me enrede en sábanas y alucine contigo… mirando la puerta… por si regresabas.

viernes, diciembre 25, 2009

Regalo de navidad

Es diciembre sol, es a veces azul; pero en mi ciclo climático personal es gris, gris rata, gris ingrato, gris infeliz… el peor regalo de mi vida es tener el corazón cuarteado, una bombilla del árbol reventado en el piso, una luz que no prende, una guirnalda desabrida, incolora… navidad, navidad, triste navidad.

Hay un pavo en medio de la mesa, horneado y sacramentado; un champagne burbujeando que se brindará en su momento conmemorando no se que, un arbolito navideño al que le faltan luces y tú en otro lugar sonriendole al estúpido de papa noel que te trajo una “feliz” navidad.

Es navidad dice la vecina que sonríe y abraza a su vecino, una madre que acaricia a su pequeño, unos niños que deambulan con sus juguetes nuevos… hoy por la noche mientras tu cenas en casa ajena jugando a ser la engreída de esa casa, mientras te encariñan sigilosamente y hablan (cuestiones) de ti en la cocina; yo recuerdo a mi abuela que hace poco se fue… hoy mi navidad es triste por partida doble.

Esta noche es diferente en el cielo petardeado de humo en pólvora, la noche más gris que conozco tiene ese aroma de indiferencia que nace de ti a kilómetros… Un mensaje tuyo deseándome una felíz navidad a secas, no amengua el desequilibrio emocional, es agrandar esa rabia retenida que no quiero mostrar en público.

Sin embargo, el mensaje aquel, nació en el silencio de un baño… su baño y te animaste a mensajearme haciendo a un lado tu orgullo y vanidad que no son propios de ti. Hoy no voy a detestarte porque no te mereces nada de mi, no voy a regalarte mi fastidio, ni mi rencor; no voy a mortificarme contigo mientras juegas a la cena como novia perfecta… hoy tengo tu mensaje en el celular recordándome que estas ahí, que siempre habrá cosas que no entenderás o que no entenderemos… hoy una pelota esta en tu cancha y eres tu quien da el saque inicial… pero se que no lo harás porque tienes ese entusiasmo ahogado de la ilusión.

Mientras cenas y planificas tu fiesta de fin de año, su familia te mirará de soslayo y murmurarán un no se que a tus espaldas y se despacharán cuando te vayas… a su regreso será participe de la critica y guardará silencio como aquella vez en el malecón… mientras tu sueñas con la cena de navidad en su casa, él escuchará a su madre opinar de ti y a más champagne, más opinión.

Sin embargo; Papa Noel llegó a mi puerta dejándome un regalo por 25, es un beso en una tarjeta navideña, una foto de los dos al borde del malecón; es mi nueva Carola con sus lentes de sol y mi mirada de tonto… ella, la de la foto, alegró mi noche buena con un Feliz Navidad Mi Amor!!!... con eso simple cerré mi día.

jueves, diciembre 03, 2009

Un día como hoy


En el efemerides de mi vida hay cosas que recuerdo con las nostalgia propia de mis sentires, hay cosas en la vida que guardo y recuerdo, borro y olvido para siempre de mi. Destaco las cosas que me marcaron, marca y marcarán por secula seculorum.

Un día como hoy, papá viajo a los Estados Unidos con el sueño americano en los bolsillos, el avión de Aeromexico se lo llevó a Tijuana y aguardo algunos meses para que un “Coyote” les olfateara el terreno y esquivando aguilas de migración pueda cruzar el río que dividia América. El indocumentado daba inicio al sueño que le tomaría muchos años alcanzar… donde la esperanza no se alejaría y se volvería su aliada.

Un día como hoy, salió el sol en mi vida y la alumbro un lunes por la mañana, al verla sentada en ese escritorio sometida a interminables papeles; efienciente, pro activa, dedicada, empeñosa… bonita, simpatica, encantadora; la secretaria que provocaba mirar los lunes a primera hora se enfundo en traje de novia un día como hoy matando así las ilusiones de un puñado de galifardos y conquistadores que ella nunca descubrió.

Un día como hoy, mi mamá me dio la regañada del año, o del siglo, sentí la furia de su cólera en aquel jalón de orejas y rompí (más queriendo que sin querer) el cucharón de palo con el que hacia mazamorra los sábados por la tarde… no recuerdo por que fue (y mejor así)… le prometí portarme bien en lo sucesivo.

Un día como hoy, anote 4 goles en un partido de fulbito donde mi barrio se enfrentaba a nuestro clásico rival de cuadra… con alma, corazón y vida remontamos un 7 a 3 rompiendo así la tradición de perder siempre… un 10 a 7 para la historia que festejamos cual campeón del mundo, sendas coca colas heladas como premio al merito y extensos comentarios al finalizar el partido… los festejos de la noche gloriosa de nuestro triunfo de barrio terminaron a las 11 cuando nuestras madres ya nos llamaban para entrar a la casa… noche donde el sueño glorioso nos acompaño hasta que nos alcanzó el cansancio y la hora de dormir.

Un día como hoy, la jovencita que se desnuda ante mi me regala la inocencia de su cuerpo, en nuestra primera noche juntos, nuestra primera noche de intimidad… nerviosismo puro, inexperiencia toda, ojos cerrados y candor exacto… la noche que nos llevamos la pasión de cada uno y la envolvimos en nuestras sabanas, fue la noche que descubrí el amor en todo el explendor, la maravilla del cuerpo humano y el misterio que esconde y la revelación de la sexualidad, la afinidad de la desnudez y su enigma por su descubrimiento… el amor, la pasión, el placer… todo escondido bajo la piel intensa.

Un día como hoy, conoci la decepción y la pena, la tristeza y la infidelidad se burlaron de mi, se mofaron de mi… y cortaron con la espada de la indiferencia de un solo tajo el encanto del amor, del amor vulnerable, del amor intenso… matando los sueños futuros, revelando caretas, rompiendo corazones… La sonrisa volvió cuando el mundo dio vueltas.

Un día como hoy ingrese a la universidad y me perdí entre libros y cuadernos, entre Vargas Llosa y García Márquez, entre periódicos y revistas, entre trasnochadas y amanecidas, ron y cigarros, cigarros y café, cigarros y otros cigarros, un beso y un adiós, música y luces… Varios años que culminaron un día como hoy con una toga y un ribete que cerraban un ciclo y abría otro... para toda la vida.

Un día como hoy, un retoño se aferraba a mi pulgar confiando a ojos cerrados quien era yo y gesticulaba fuera de su habitat maternal percibiendo ese aroma extraño de este mundo… percibiendo ese ambiente alegre de su llegada, sonríe aun sin saber cuando y como llego… el pedacito de vida que llego a mi vida tiene aun ese sello de bendición que Dios tiene para mi.

Un día como hoy, me enamore de nuevo y me alegro la vida, renovó mi vida, transformo mi vida y me entrege en cuerpo y alma para darle sentido a esa vida con el toque familiar que ya me toca… la mujer que me despierta cada mañana con una sonrisa y un café, me da un beso y un te amo cada día de la semana en sus 25 horas en los 367 días del año… y me ha susurrado al oído que quiere prolongar la dinastía de mi apellido conjugado con el suyo y vivir felices por secula seculorum.

Un día como, hoy honrare a mis padres por lo que me dieron y por los momentos que me hicieron feliz, y los recordare y rezare por ellos sabiendo que me acompañaran a todo lugar y a cada momento… dándome una bendición especial como cuando era niño.

… Un día como hoy cerraré los ojos y con las manos cruzadas para siempre y dejare a mis hijos el recuerdo de un padre que estuvo y estará desde más allá cuidándolos; de un hijo que a pesar de mis errores cumplí con obediencia las ordenes de mis padres; de un esposo que amo con integridad y recelo, y que respeto a su mujer dándole el trono que se merece; de un amigo que abrió su corazón y dijo sin prejuicio y censura, con la irreverencia y sinceridad de siempre, lo que tenía que decir, que perdí amigos porque el destino los consideró innecesarios para mi crecimiento.

Un día como hoy me iré de este mundo con la satisfacción de haber hecho lo que tenía que hacer.

sábado, noviembre 21, 2009

Ella volvio


Carola (mi nueva Carola) me espera en casa, salió temprano de su trabajo, quiere salir a cenar o a caminar por ahi. Quiero darle una sorpresa y me animé a cocinar algo esa noche, algo con pastas y un buen vino. Me detengo en el supermercado, compro los insumos, selecciono un buen vino y regreso a casa manejando con cuidado pensando como he de preparar mi primera cena y como sorprender a mi nueva compañera de cuarto… o más bien de cama.

El vigilante me saluda y abre la reja de la cochera, guardo el carro y como nunca me aborda al bajar ayudandome con los paquetes, tiene una sospechosa sonrisa que intriga mi pensar, le sonrio nerviosamente (¿acaso este sujeto salió ya del closet?), sube conmigo hasta la puerta, deja los paquetes en el piso y huye como despavorido del lugar sin darme tiempo de agradecerle.

Carola esta en la sala, cruzada de brazos, seria, enojada, molesta, mirando como Bonano meneaba la cola frente a la puerta de la habitación, sin advertir que yo habia llegado, alguien atrás de la puerta concertaba tanto la atención del labrador que por más que lo llame no atinaba a voltear siquiera.

¿Qué pasa? Pregunte confundido y Carola sin decir una palabra hace un gesto como de ¿Qué crees? Y siguió sarandeando su pierna como tic nervioso. No me dejo preguntarle cuando la puerta de la habitación se abrió por fin revelando su interior, Bonano dio un gran brinco y meneo nuevamente la cola con tal  violencia que boto algunos adornos y seguía saltando como si estuviera endemoniado… Su alegría estaba justificada… Carola (mi ex… si la misma que no le importo nada) salía de la habitación abraza a Bonano con ternura y este la baña a lenguazos sin dejar de moverse, la cola ahora movía al perro.

La miro con sorpresa y extrañeza, con fastidio y mortificación… con cierta alegría y cierta emoción, mientras engríe al perro que era… (o es)… nuestro “hijo”, me saluda con un “Hola…” indiferente y añade con cierto aire irónico y petulante “me alegra saber que Bonano esta bien cuidado y que aun me extraña”… “será que solo los animales te entienden” añadió mi Carola, quien me toma de la mano y entrelaza sus dedos, el cruce de miradas entre ellas encandenció el ambiente… era hora de intervenir.

Carola llega como si nada hubiera ocurrido, entra nuevamente en mi vida como si aun mantuviera la llave de mi corazón, de nada me valió enfrascarme en una nueva aventura sentimental con esta tocaya suya que intenta sacarte de mi mente y de mi corazón… bien sabe Carola que rompió mi corazón una noche de noviembre y me regalo (por cumpleaños todavia) su indiferencia, su inmadurez, su egoismo, su falta de sinceridad… Hay amores como el tuyo que duelen cuando están o si se van… hay amores sin orgullo… que viven de perder la dignidad (si, es de Arjona).

Cree saber lo que ocurre en mi, pero nunca tuvo el atrevimiento de enmendarse, cumpliendo asi cuatro meses de ausencia, cuatro meses de convivencia con un sujeto que le vendió no solo el oro y el moro, si no la imaginaria vida de constelaciones y osas mayores, usurpando el nombre de Coelho (cuya diarrea literaria provoco tras su blasfemia… blasfemia que creiste).

Bonano ignora la pena que me causaste y se emociona al verte, despues de estos meses es el unico ser vivo que no tiene los animos para repudiarte como yo… no vive con el rencor en su corazón, no tiene fastidio, ni colera… es felíz de verte nuevamente... todo este desastre que hace en la casa no se compara con la sensación de que lo vuelvas abrazar, a tocar, a besar. Es inocente de nuestros errores y aunque también lo hallas abandonado y nos sumergimos en soledad algun tiempo y que hoy ese perro me ha sido desleal reconozco que puede conmocionarse porque has vuelto a su vida… a nuestras vidas.

Tu mirada esta perdida y se que quieres hablar, mientras Carola no parece (y no querra) moverse de ahí; le sugiero que me permita conversar con ella… a solas…Carola me mira y camina descalza hacia la habitación, Bonano le ladra con fuerza como si le advirtiera “Hey, ese es el cuarto de mi ama… ¿no vez que ya llego?”… lanza un inusual aullido, ladridos prolongados que aturden la habitación. Carola lo acaricia y el perro se deja engreir… es el unico feliz en esa casa.

Empieza siendo ironica, una estupida actitud que solo refleja esa cobardia que planteo la misma noche que la vi “ahorrate la ironia y que quieres” le pregunte antes que continuara calificando a su actual rival. Ensaya un ligero discurso, mientras yo la miro incredulo “¿que vas a decirme ahora?, ¿Cómo vas hacer para convencerme?, ¿convencerme de que?” pensaba.

Nada de lo que digas ahora podre creerte, porque toda esa politica que siempre enarbolaste de sinceridad, de confianza, de lealtad, de fidelidad, lo mandaste bien pero bien lejitos… he vivido intentando borrar de mi mente esa maldita noche y la verdad no he podido. Vuelves con el rabo entre las piernas, argumentando no se que de tu infortunio, lamentas tu mala suerte en el “amor” y aseguras que lloraste muchas noches… y que pensabas en mi… bah! ¿Como creerte?... un largo silencio continuo y tu rostro cambio… ¿llorar? fingido, ¿sonrojarte? tonterias, ¿extrañarme? mentira... y no puedo creerte.

Sin embargo al verte a los ojos encuentro en tu respirar ese pena que te aqueja y ese impetu por saber que te dire, porque tu corazon esta con ansias de ser escuchado... de ser perdonado, porque ahora no te enarbola el orgullo y la soberbia de esa noche que te hizo su prisionera, te siento afligida y sollozante, apenada, entristecida... no me dices lo que tienes que decirme, tu hablar balbuceante y temeroso... se que hay un "perdoname" pendiente que llegara a su tiempo... porque sabes muy en el fondo que lo hare, que te perdonare.

Al despedirse, me miro fijamente y concluyó “se que no tienes ganas de verme y que me odias mucho… pero quiero que sepas que si pense en ti, me di cuenta tarde de lo importante que era yo en tu vida… y la cague… solo espero que algun día puedas perdonarme de corazón” miró a Bonano que sentado escuchaba lo que decía y de reojo miraba alguna reacción mía “…puedo pedirte un unico favor…¿puedo llevarme a Bonano a pasear?”, el cachorro meneo la cola con mayor violencia y me trepo con sus enormes patas color hueso y mordisqueaba mi mano como entendiendo el pedido “Por favor, por favor, anda di que si… di que si… mira es Carola… ella vino a llevarme de paseo… ¿que podria pasarme?… es Carola ¿te das cuenta?... vamos”… y asenti a que se lo llevara. Carola que es astuta le trajo una correa nueva, y eso enloqueció más al perro, se marcho y me aseguró traerlo pronto.

La otra Carola salió de la habitación aun mortificada, balbuceando no se que en francés “que conchuda esa tipa eh!”… “hay que tener harta sangre en la cara y a ella le hace falta porque es media paliducha… que sinverguenza!… viene como si nada hubiera pasado, como si estuviera segura de que tu la extrañas aun”… la mire de soslayo y pense… “si… quizas aun la extraño”.

viernes, noviembre 13, 2009

Coqueteos con la muerte

Un fuerte dolor a la altura de la oreja me aquejaba hace algunos meses, lo deje pasar tomando pastillas para el dolor y algunos analgésicos que solo aliviaron las molestias pero que no resolvían mi problema; el dolor persistía de manera escandalosa, un dolor de muela que hacia zumbar el odio, no me dejaba morder bien los alimentos y encima el rostro se me hinchaba emulando a un Kiko de medio lado, “ha de ser infección dental… mejor asegúrate” me decía mi vecina de piso, pero mi odontólogo descarto que sea producto de una infección.

Mi jefe preocupado me da unos días de descanso “hazte ver hijo… te esperamos” y me sonríe inusualmente con un palmazo en la espalda, luego encarga por teléfono a otro de mis compañeros que se encarguen de mi comisión.

Me pase el mes de licencia yendo al hospital, nadie me daba buena razón para mi problema, el dolor seguía y aumentaba, el rostro se hinchaba y preocupaba… una amable doctora me atiende pacientemente, revisa pacientemente mi oído esperando encontrar el problema pero lo descarta, de inmediato me dice que sería mejor una radiografía para encontrar detalladamente el problema.

Le siguieron exámenes de sangre, orina; otra vez de sangre y orina, hizo un recuento de todo ello, escáner de los huesos, una linfagiograma y mi resultado estaría en pocos minutos.

El rostro de preocupación de mi galena auguraban una mala noticia, toma aire y me sonríe apaciguando mi intriga, toma aire y suspira largamente para darse valor, juega con su lapicero y da su veredicto… “es posible que sea un tumor… no sabemos aun si es cancerígeno, pero lo hemos detectado a mi tiempo… tenemos que hacerte una biopsia y por ahí una punción para saber por dónde atacarlo… debo de confesarte que por estar en una zona cercana al cerebro la situación es ligeramente complicada… aun es pequeña pero tengo el propósito de sacarlo de ahí…” sus ojos mantenía un disfraz de esperanza… inhalo un leve suspiro y solo atino a sonreír.

Mi jefe comprende la situación como un padre y fuera de su vehemencia y temperamental mal humor humaniza la noticia concediéndome la licencia indefinida, me da un último palmazo en la espalda y con una voz algo entrecortada me alienta “Quiero verte de nuevo eh!... y recuerda que eres bueno en lo que haces”, salgo de la oficina donde los compañeros quienes ignoran la situación solo me saludan y salgo del trabajo rumbo a lo que sería el tratamiento médico más importante de mi vida… o lo que queda de ella.

He hecho amigas y amigos de buena fe durante mis días al neoplastica que entre broma y broma alegran mis largas jornadas de espera y exámenes, he pasado días jugando con Bonano que con sus volantines y piruetas abusa de mi ligera debilidad para arrancarme alguna sonrisa pero también cual guardián me alcanza en su hocico el neceser con el catéter y pastillas a la hora para hacerme mi tratamiento

He pasado las noches pensando en que será la muerte, en como el fin de los días de una persona llega en el momento menos esperado; el enigma de morir no me aterra porque como tal siempre me ha llamado la atención… y le he dado una sonrisa a la muerte por si quiere irse conmigo, he cambiado de look para darle sentido a la enfermedad y me he echado a escribir poemas y breves historias que afloraban las tardes de otoño… de otoño triste por cierto.

Me he quedado a oscuras en mi habitación simulando ese transe al más allá y le hablaba a Bonano como un guía en medio de la penumbra… la muerte no puede ser tan mala como parece, después de todo es parte de la vida… y en algún momento tenía que llegar… pues aquí la espero.

miércoles, noviembre 11, 2009

La sombra de tu recuerdo

Carola se fue sin decir adiós; en una mañana confusa llena de interrogantes e incertidumbre, abrió la puerta del departamento (además de mi corazón, de mi vida y de todo eso que me enseño) y se fue dejándome la pregunta que vale más que un millón, arrojo la llave de los sentimientos y cerro la puerta como quien cierra un libro cualquiera.

Nefasta fue la sorpresa la misma noche de ese mismo día que se fue, donde mis interrogantes crecieron y las dudas se fueron en una vorágine de rabia y cólera, la escena de ella sentada en las piernas de otro a pocos días de conocerlo surcaron de adrenalina mi sentir; un proceso en mi me mantuvo en calma al momento de encarar semejante escena, no era justo… y lo sabes.

La tristeza ahondo en mi esa misma noche en que no pude dormir y que Bonano velando tambien en su tristeza daba pequeños llantos porque alguien faltaba en casa; “estamos igual mi amigo, como dos perros sarnosos dejados en la calle” y se subió a la cama para no sentirnos solos.

He pasado noches sin dormir pensando que paso, no encuentro respuesta para tamaño egoísmo y descorazonado sentir; la amistad y amor se rompieron de la nada y fueron pisoteados con soberbia y desazón… Fue la noche en que se cayeron las caretas.

Esteban sorprendido deja su vaso de ron con hielo sobre la mesa y me mira sorprendido por lo que le cuento “¿Así sin más ni más?” me dice y saboreamos una serie de especulaciones e hipótesis, sea como fuese la estocada de aquella noche fue tan inesperada como sorpresiva “¿Tu que piensas? (añade)… porque enamoramiento no es… o sea ¿la vulnerabilidad tiene ese grado?”, y muevo los hombros como ya no se que esperar… Esteban me anima a salir y despejarme “las penas con ron son menos”, aunque estas sepan nadar.

El bar esta surtido de féminas y sementales dispuesto a darle rienda suelta a sus instintos; un apple pisco empieza mi noche, le sigue un martini y cierro un combinado de pisco, tequila y stolichnaya buscando endulzar mi noche; dulzura que llego enfundada en una mini falda negra, cabello azabache, ojos vivaces y mirada penetrante, labios carmín y un par de piernas que se contornean al caminar; una sonrisa acompaña su mirada, un guiño y un salud celebra conmigo no se que.

“La barra esta para los solitarios, pero hay una pista de baile que aun no estreno” me dice la morocha de cabello azabache, toma mi mano y me enrumba a la pista de baile donde suena un mix de Fluke, “ese tema lo conozco” le digo “Es Zion de Fluke, de la película Matrix Reloaded”, y se contornea, baila sensual y provocadora, sonríe y me susurra al oído; el Dj rompe fuegos con euro dance y el juego de luces parecen delinear su figura y hace un salud a la música.

Su sonrisa manda en la barra, el resto voltea a verla, un daikiri de fresa combina con su color, me pregunta, me interroga… se acerca… “y también tengo un blog” le digo y entra desde su blackberry… sonríe, lee mi ultima historia, le parece súper; sigue leyendo, lee uno en voz alta, le gusta… “sabes que voy escribir de ti” le digo y me mira coqueta… “todavía no” me dice y vuelve a dar un salud, esta vez por mi blog.

Un baile más despide la noche, entrelaza su mano con la mía y me plasma un beso suave “empieza a escribir” me susurra al oído; se abre paso entre la multitud conmigo de la mano, entre risas y besos deambulamos en el estacionamiento buscando mi wolsvagen fox; enciende la radio, vuelve a besarme, enciende un cigarrillo, se quita los zapatos y me enrumbo a escribir esta historia.

El portero me mira sorprendido, sonríe a medias y murmura despacio “¿otra más señor?”, sube las escaleras descalza, vuelve a besarme antes de entrar “¿no hay novias aquí verdad?” y le sonrió; “No, ya no”… me mira fijamente a los ojos y vuelve a besarme, lentamente deja caer su minifalda de strapless, dejándome percibir la finura de su lencería.

Esta noche, busco romper el letargo de mi tristeza, maquillo de pasión un momento en mi y borrare esa imagen en los labios de esta extraña que se entrega sin pesar; su cuerpo es el borrador que necesita mi historia contigo, esa historia que disolviste sin sentir mi corazón; cada palmo de su cuerpo, cada pliegue de su piel se encarna en mi con ese erotismo fingido que nace del despecho y la ira, finjo amarla al extremo y estremezco con violencia y con lujuria al recordar tu rostro sobre ella.

La someto con rudeza y se encarna en mi con el placer encaminado, con la noche de cómplice y tu recuerdo a media asta; las caricias son extremas y los besos más profundos y es que busco en cada despliegue arrancarme algo de ti… tantas veces esa noche inducido a su sensualidad, a lo libidinoso y casi pornográfico.

Se viste mientras la contemplo desde la cama, la mujer que romper a medias tu recuerdo se vuelve a enfundar en tu breve traje strapleado, me sonríe nuevamente coqueta “te leeré pronto” y vuelve a guiñarme… “que nombre te gustaría” pregunto curioso “usa el mío” sentencia, “pero… no lo se” le digo… abre su cartera, saca su tarjeta y lo deja en la cama, me da un ultimo beso y se despide con un “te veo pronto”.

Tomo su tarjeta, leo su nombre y sonrió ante los designios del destino; la chica que usurpo mi cama y atento contra tu recuerdo me regalo una noche intensa y enigmática… seguro que te volveré a ver… Carola Mondragón.

lunes, noviembre 09, 2009

Cumpleaños Feliz!!!

Un año más de vida (o quizás un año menos), un día como hoy, hace ya algunos años, mi madre me dio a luz; me cuenta que estaba pronosticado para llegar entre fecha 20 y 25 de onceavo mes, sin embargo me adelante para el día 9 del mismo mes por una seria enredadera con el cordón umbilical, cuasi asfixiado llegue a las 6 de la mañana y me asome a este mundo… Hoy cumplo años y aunque debería ser el día más feliz no lo es; hoy 9 amanecí solo… para variar.

Mi madre me llama a media noche, me recuerda lo importante que soy para ella, lo orgullosa que esta de mi y que me espera para almorzar más tarde, mi padre llama luego y me dedica emocionado unas palabras, emocionado me promete que hablaremos mañana; mi hermana me manda un extenso mensaje donde me confirma cuanto me quiere y me agradece porque siempre estoy ahí, le respondo agradecido por simplemente ella y de lo afortunado que soy de tener una hermana como ella; me doy un baño presuroso porque mi jefe me está llamando y dudo mucho que sea para saludarme por mi onomástico.

La presidenta del comité de vecinos del edificio donde vivo me homenajea con un bizcochuelo de vainilla que acepto pero que no puedo probar porque tengo la hora encima; Talía y Ariana mis vecinas de ha lado y ocasionales compañeras nocturnas y cuidadoras de Bonano aseguran esperarme en la noche para un whiskycito; Don Ramiro y Doña Soledad, la pareja más longeva del edificio, me abordan a la entrada, Doña Soledad me pellizca las mejillas mientras que Don Ramiro me estrecha en un fuerte abrazo; Matías “Carancho” me saluda desde su caseta de vigilancia, después de tal homenaje me enrumbo al trabajo… de seguro ahí habrá otro.

Una caja envuelta en papel de regalo yace en mi escritorio con una gran tarjeta donde algunos compañeros me dedican unas líneas, algunos se acordaron; hasta Sue con quien suelo discutir vehementemente se acordó “Solo por hoy me caes bien Feliz Cumpleaños!”; mi jefe me saluda y me ofrece un pequeño brindis con un pisquito guardado en su oficina, le agradezco y aprovecho en halagarlo sin caer en lo excesivo, consigo mi objetivo… me da el día libre, después de redactarle su columna de mañana… bonito regalo aunque no figuraría como mío.

Los chicos traman algo para el sábado, prometen que la pasare bien y Daniela me asegura que la pasare mejor… es mala, suele coquetearme sin llegar a nada, Díaz y Varillas son conquistadores empedernidos y también me prometen “un par de malcriadas”, conozco sus gustos así que prefiero pasar, me despido de todos y salgo para almorzar con la familia.

Mi madre me regala lo mejor de su sazón en unos tallarines rojos, mi padre recuerda cuando nací y lo frágil que resulte, cuenta su leyenda que podía cargarme en una mano y mi madre cuando era bebe y las pocas trasnochadas que le provoque, de lo travieso y ligeramente inquieto; recordé ciertas etapas de mi vida fugazmente y de lo feliz que fui, soy y seré con mi familia, de mi etapa de jardín, la primaria y la secundaria; de la perdida de la castidad, de los labios que bese y de las cosas que no enseñan en la universidad, de los amigos que tengo y de los que tuve también ¿porque no?.

De los amigos del barrio y de mis amores, de las fiestas y borracheras, de los poemas que escribí y las historias que borre; del wolsvagen que choque, de mi independencia y tu presencia… de tu compañía y mi soledad, de tu piel, de tu desnudez, de la primera vez; de mis lagrimas y mis risas, de mi alegría y mis penas… y aunque el tiempo paso así de rápido, soy feliz, recordar privilegiadamente sucesos que me marcaron mi vida y si Dios quiere poder gozar de los míos.

Disfrutando de los segundos 15 le sonrío a la vida porque no hay otro remedio, porque soy feliz de lo que tengo y no tengo, porque puedo recapacitar en mis errores y resarcirlos, caminar con la frente en alto… y porque nadie me quitara lo bailado.

martes, noviembre 03, 2009

La noche de tu ausencia

La violencia de la puerta resuena aun en la sala, una fuerte discusión ensalzo tu ira que se estrello en el madero de entrada; la puerta rechino y se desencajo los días siguientes; fue una noche tensa, ofensiva, irreconciliable… nos dijimos poco, nos ofendimos mucho; a media noche llore mi soledad pensando en ti.

Bonano duerme al pie de la cama o al igual que yo intenta dormir, mira de reojo como esperando respuesta, el perro sabe al igual que yo que tu huida de esa noche no era común, no se atreve a jugar ni a mordisquear nada, se acurruca una vez más sobre su cama y de rato en rato lanza un inusual suspiro.

Esta noche es una de las más oscuras, encendimos velas para una velada romántica y algo, no sé que, interrumpió el momento, levantamos la voz, golpeamos la mesa, Bonano ladeaba su cabeza como su jugáramos ping pong; tu atacabas, yo increpaba; yo insistía, te alterabas, nos entercamos mientras más levantábamos la voz, un enérgico “eres un imbécil!” estoco de golpe de tus labios y una sonora bofetada resonó en mi cabeza… un silencio sepulcral continuo y saliste azotando la puerta… Bonano se quedo detrás de la puerta y me miro culpándome de tu salida.

La cena quedo abandonada en la cocina y las velas se consumieron en su totalidad, bebí del vino que compramos y entre en melancolía, tumbado en el sillón miraba el televisor apagado, la música de fondo se repetía hasta el hartazgo; revisaba el celular, releía tus mensajes, veía tus fotos en el face… y las de contenido erótico que me mandaste en privado… miraba tu número, iba a llamarte, tenía que llamarte… pero me gano el orgullo y me deje vencer.

Las noches siguientes no fueron las mismas y caí en la rutina, de mi casa al trabajo y viceversa; volví a fumar y sucumbir en la bohemia, intente distraerme en alguna reunión, y me distraje con un escote o un par de piernas torneadas, pretendí olvidarte con alguien y disfrazarla de ti, mientras un Bonano rugiente no aprobaba mi actitud… las mañanas en solitario no me entusiasmaban y por las noches compraba amor para mi soledad… pensé en ti y en la injusticia del momento.

Ordene mi casa abandonada por mi apatía y tu ausencia, compre un vino para cuando vuelvas, volví a escribir, entre en catarsis, prepare un mensaje presidencial para mi primera dama y lo guarde en un sobre con tu nombre como destinatario, adorne de rosas (tus favoritas) el departamento y programe la canción que nos identifica en el estéreo… iría a tu encuentro buscando tu perdón.

La noche de tu ausencia fue mucho más que un azotar la puerta, fue más que una furibunda bofetada, mucho más que no saber de ti muchas noches, fue mucho más que verlo a Bonano aullar en el balcón, porque sabe que yo soy tu hombre lobo y tu mi luna llena, fue mucho más que un error de momento… fue un electroshock a mi corazón para hacerme revivir y recuperar el conocimiento de este atípico coma que me impedía dejarte… fue un terremoto de escala 10 en mi casa que me despertó de eso tremendo sentir llamado amor.

Y aunque hoy me cerraste la puerta en la cara y apagaste tu celular, tengo las ganas de insistirte con perseverancia y mucha paciencia… Hoy duermo en la sala, porque en esa cama no puedo dormir sin ti.

martes, octubre 13, 2009

La Pregunta

Una noche con insomnio, adelanta mi despertar, he intentado dormir pero el cuerpo por instinto me pide levantarme; aun es de noche, hace frío… miro la hora y son las 4, me doy un baño, me alisto, reviso el celular… mi cerebro hace una pausa, un mensaje desde tu celular me arranca una sonrisa “no puedo dormir, espero que tu si, que descanses : )”… pensé que mi desvelo tenia sentido, quizás en el fondo mi alma en medio del sueño se encontró contigo en alguna parte.

Tengo una pregunta en mente, una pregunta que aun formulo y reformulo, que le doy vuelta, la repregunto, lo acomodo, la edito… le busco el pro y el contra, lo beneficioso y perjudicial de la respuesta… Antes de meterme a la ducha reviso tu mensaje como un tesoro preciado.

La pregunta pasa por una serie de metamorfosis, se la formulo al espejo y este me contesta con el reflejo “tu cara de niño bueno no hace juego con la pregunta; no suenas convincente”; ensayo un par de veces frente al espejo, me miro y lanzo la pregunta… ¿que me diría?, entonces el fracaso invade mi corazón y el temor acecha mi sentir.

La pregunta vuelve a rondar en mi mente por el camino; tengo una pregunta que hacerte, meditaba en voz alta por la calle; la típica pregunta que decidiría todo (o más bien con la que ella decidiría todo) era tan clásica como complicada, no todos los días preguntas eso… no todos los días resulta tan difícil.

Improviso un poema mezclándolo con uno que leí; recuerdo a Benedetti o a Neruda, pulo mi verborrea, cambio la pregunta, la vuelvo analizar, pienso, refuto, quito, añado; “¿como sonaría bonito?” pensé y pensé que seria un buen detalle hacerlo por escrito, envuelto en un su chocolate favorito para endulzar al corazón, sin embargo era muy cobarde no asumirlo como tal; pensé que si con solo al verte era más complicado, pues preguntarte resulto serlo mucho más; sonreirás, me miraras y la ternura brota de ti con naturaleza, pienso rápidamente “hoy te lo voy a decir… te lo tengo que decir”.

Doy mil vuelta y pienso que preguntarte es muy insignificante para lo que pretendo, invento un pretexto para acercarme a ti, invento tema para romper el hielo, me concentro en no tartamudear, en no hablar más de lo debido, en no decir estupideces… en no caerte mal; voy al baño, me refresco un poco, me vuelvo a mirar al espejo “no lo harás” y me sonríe incrédulo.

Te veo, sonríes mientras te acercas, me saludas, coqueteas, “¿dormiste bien?” Vuelves a sonreír, me perturbo, me animo, me acerco, sonrío… me freno, te observo… los observo, lo abrazas, lo besas… lo quieres… Vuelvo al baño donde el espejo se ríe de mí.

lunes, octubre 12, 2009

Señora Esposa

Hoy por la noche te convertirás en señora; expresamente la señora de… alguien, te revestirás de el anhelado vestido blanco y desbordaras una inmensa alegría que se plasmara de oreja a oreja, serás feliz el resto de tu vida; amaras y te amaran; tendrás hijos y a futuro nietos; y envejecerás al lado de quien te desposo y descansaras en paz sabiendo que atrás dejaste amigos, familia, consejos… amores, deseos, placeres y quizás recordaras mi nombre y me sonreirás al cielo sabiendo que te ame en silencio.

Esta noche no es cualquier noche, hoy formas parte de las filas de las casadas como dice tu mejor amiga; los preparativos ya están listos para tu boda, todo meticulosamente preparado, detallado… oleado y sacramentado; tú vestido de novia cuelga en un perchero y se agita por el viento que entra por la ventana de tu habitación. Habitación que te vera por ultima vez, y que recordará cuantas veces me asome por tu ventana para velar tu sueños y tu cuerpo mientras dormías o de cuantas veces mi alma se escapo de mi para hacerte el amor a media noche.

Una limosina aguarda en la puerta de tu casa con un chofer que en déjà vu puedo ser yo; corres el riesgo que en el trayecto te secuestre rumbo al aeropuerto y escaparme contigo fuera del país… pero no podré porque tu padre te acompaña mientras intenta abrir una botella de vino que viene con la limosina… estas preciosa y ese vestido de escote strapless deja al descubierto tus bronceados hombros perfectos, tu vestido se ciñe a tu cuerpo de manera pecaminosa y el maquillaje sutil hacen verte más sensual que siempre.

Tu llegada a la iglesia es de gran conmoción, diversos fotógrafos (quizás entre ellos este yo como un segundo déjà vu) amateurs hacen uso de sus digitales y celulares para tener un poco de belleza de ti; desciendes con la delicadeza propia de tu existencia y sujetas el brazo de tu padre por ultima vez, desfilas por entre tus conocidos, donde puedo camuflarme yo por tercera vez, que sonríen y comparte contigo la felicidad.

En la puerta ya se oye la marcha nupcial, los concurrentes se ponen de pie para venerar tu ingreso y al final de ese corto camino de soltería te espera tu ansioso esposo que toma tu mano, sonríe y te besa… el sacerdote, que podría ser yo… (No, no creo a lo mejor el monaguillo), da inicio al protocolo para desposarte.

Esta noche tu soltería se casa conmigo y tendré que darle nuevo uso a la cama… la usare para dormir, porque tu recuerdo aun se queda en el colchón. Esta noche en tu noche de bodas le haré el amor a la almohada esculpiendo tu cuerpo en sus formas, repetiré tu nombre para que en el placer de tu noche me escuches a lo lejos gemirte al oído… esta noche seré feliz por ti.

Esta noche en la soledad de mi habitación… (Nuestra habitación) bailare contigo el vals nupcial, bien sabe Strauss cuanto quise bailar contigo su dichoso Danubio Azul, sonriendo, coqueteando, queriéndonos… amándonos, buscare otro vals para que Tchaikovsky me deje tocar las mejores notas en tu cuerpo, y que Beethoven me inspire alguna sinfonía… esta noche seré tu chofer en la limosina, el fotógrafo y el mozo, el camarógrafo y el barman, el sacerdote o el monaguillo.

Anoche, tu soltería se mudo a mi casa, me habla de ti y de tus recuerdos de tu silencio y de tu piel… abrazo nuevamente la almohada (nuestra almohada) trayéndome tus mejores momentos.

domingo, octubre 11, 2009

Un guardián en casa

La chapa de mi casa estaba destrozada, un gran saqueo había ocurrido durante mi ausencia, se llevaron el equipo de sonido, algunos cds, algo de ropa y zapatillas, mi televisor LCD con todo y rack, mi nueva pc, el microondas, la licuadora, algunas botellas de licor, mis Lays y Tortis; todo en 5 minutos y 30 segundos, lo montaron en 3 camionetas tipo combi y fugaron con rumbo desconocido.

Un día de Junio, fin de semana, salía del trabajo con el propósito de dormir por la tarde para luego en la noche cenar algo de pastas con Carola, un buen vino, quizás una película o quien sabe; sin embargo una retafila de policías y serenazgos rodeaban el edificio de 4 pisos donde vivía, algunos de los vecinos que también llegaban de sus trabajos se dieron con la infame noticia de haber sufrido uno de los asaltos masivos más nefastos de nuestras vidas.

Carola llega tan pronto la llame, me abraza apenada por la noticia, mi padre me llama preocupado y mi madre me invita a su casa; la pena me embarga y la idea de empezar de nuevo aumentaba mi estrés.

Carola me ayuda a poner orden y recuperar algunos de lo que está destrozado, en silencio me legue a escribir en la laptop que llevaba conmigo sobre la delincuencia en Lima, de porque ya no vivíamos seguros y de la necesidad de portar un arma legalmente… Carola me dice que esa no es la solución mientras cenamos unos fetuccinis, “Mejor cómprate un perro” añade y sonríe amenguando el fastidio del atraco.

La idea de un perro no era tan mala, lo malo era conseguir uno que pueda defender mis pertenencias mientras yo no estaba; veía lo complicado que sería criarlo en un edificio y las molestias que podría causar en mis vecinos; si pensaba tener uno tenía que ser macho porque en las noches de luna llena las hembras suelen ser cortejadas por centenares de perros aullantes que sienten a kilómetros el aroma de la copulación y no estaba dispuesto a tener cachorritos por doquier mordisqueando mis cosas; tenía que ser un perro recio, fuerte, que genere temor, que perciba el peligro, calculador, entrenado… eso! Un perro valiente, arriesgado, sabueso.

Carola se alegra que me haya decidido por un perro y no por una mágnum 45, nos veremos en media hora y me dice que tiene una sorpresa para mí… extrañaba sus sorpresas de esas que duraban hasta el día siguiente. Sin embargo Carola me sorprende con un pequeño labrador de 1 mes, sonrío porque es raza de perro que me gusta, pero este ejemplar en su condición de labrador en vez de defender mis cosas se pondría a jugar con los delincuentes; “lo siento pero esta vez no” Carola sonríe, me mira buscando convencerme “aprovéchalo que es cachorrito, enséñale a cuidar la casa… quien sabe”. El perrito que lame y mordisquea mi dedo termina por convencerme.

Lo llevo a mi casa mientras mi vecino me alcanza, simpatiza con el cachorrito pero me advierte que a la dueña no le gustara la idea, mi mala suerte se dio cuando la dueña se cruza en la entrada, con una mirada incomoda pregunta a quema ropa “¿Qué hace ese animal aquí?”, “Vive en el 2do piso” digo bromeando a mi vecino, a la dueña no le hace mucha gracia y añade que está prohibido tener animales chiquitos en el edificio, “Te salvaste compadre” continuo bromeando; pero a la dueña enfatiza su mirada con mucha más molestia… “Solo es un cachorrito… no molestara a nadie, lo prometo” le digo convencido de mi responsabilidad… “esperemos señor… esperemos”.

En una semana el pequeño, a quien le puse Bonano, era la atracción del edificio; enamoro a las chicas que viven frente a mi casa en el mismo piso y cada fin de semana le traen una bolsita de babycan premiun y que el devora como si lo matara de hambre, también a la pareja de esposos que a veces me lo cuidan cuando estoy trabajando, incluso la misma dueña busca encariñarse con Bonano pero que él le ladra o le gruñe sabiamente sin dejarse convencer “sospechas de ella ¿no?... yo también” le digo.

Bonano va creciendo vertiginosamente, he decidido dejarlo solo en casa; ya lo cuidaron mucho es hora de que hallarse solo y defenderse, por decirlo de alguna manera. Sin embargo al regresar por la noche mis vecinos me reclaman por los ensordecedores aullidos que provienen de mi casa “tu perro no deja de chillar desde que te fuiste” me increpa la dueña; acudo a su aullido desgarrador y a penas entro se abalanza sobre mí como si fuera el perro de los Picapiedra, está feliz, mueve su cola como un látigo y me encariña como si no me viera en años, sin embargo Bonano ha destrozado, literalmente, el departamento creo que me besa y se alegra para no darle la tunda de su perra vida.

Almohadas, cojines, medias, polos, pantalones, camisas, zapatos yacen mordisqueados por doquier, eso sin contar los desperdicios que calcinan el parquet y aromatizan el lugar. Quizás la dueña tenga razón es un espacio pequeño para tu desosiego… en verdad eres el peor perro del mundo.

Bonano sigue creciendo y sigue haciendo destrozos, todo el día está jugando o rompiendo algo, salta y hace acrobacias como si fuera un delfín, Carola está feliz de verlo una vez a la semana y se deja arrastrar cuando lo paseamos por el parque. Pero cuando queremos estar solos no podemos, es animal y quizás percibe nuestras hormonas y en el momento de intimidad esta labrándonos tras la puerta reclamándonos algo… los vecinos no tardan en tocar la puerta.

Un domingo por la tarde, dormitaba en el sillón cansado porque no he podido dormir bien, Bonano me despierta a punta de lenguazo, ha traído su correa porque le toca paseo, agita la cola botando el adorno de la mesa de centro, lo miro fijamente, intimidado deja de mover su cola y empiezo a hablarle, como si reprendiera a un niño, Bonano se sienta y me mira como si en verdad me escuchara, como si me prestara atención. Hago una pausa y sin mediar ladrido alguno, coge su correa y se lo lleva a su cama, da vueltas sobre él y se echa dándome la espalda (o el lomo)… permaneció así el resto del día.

Aun me está costando criarlo, pero ya no sufro de tantos destrozos como antes… creo que comprendió que la casa también es suya.

viernes, octubre 09, 2009

Olvidarte

Hoy me levante por el otro lado de la cama (como siempre), dispuesto a olvidarte, a romper ese enlace entre tu recuerdo y mis sentimientos; entre tus ojos y mi contemplación. Me levante con esas ganas de olvidarme de ti, de nuestros momentos, de lo vivido, y aunque no entiendo aun como fue que se desvaneció esta, lo que yo creía perfecta, relación sigo dándome azotes de preguntas masoquistas.

Hoy me levante dispuesto a dejar de pensar, dejar de anhelar, dejar de soñar… dejar de llorar; fiel a mi naturaleza fue inevitable empezar a atar cabos y llegar a conclusiones; quizás me equivoque en algo, quizás no dije lo que querías escuchar o quizás tu hiciste algo que no quieres que me llegue a enterar, y la pregunta del millón nace por si sola ¿Qué paso?... todos preguntan eso, el ¿como fue? que aun no comprendo.

Ya no quiero pensar, quiero olvidar… quiero olvidarte; pero la calle tiene cuadras de ti, el parque tiene tus pasos y cada suspiro es una terrible añoranza, la nostalgia me invade y te sentí a mi lado, te sentí presente… quiero y no quiero saber de ti.

Ya dejamos de ser amigos con derechos y amigos también, de esos confidentes que se cuentan todo, algo en tu mente o en tu corazón sintió que yo no era para ti o tu no eras para mi, empezaste a enamorarte de esa sospecha que te rodea sin darme mi derecho a preguntar y someterme a un silencio extremo a petición tuya y creo, hasta hoy, que no es justo.

Empecé a borrar canciones de mi mente y frases que me inspiran a ti, frases que quise poner en mi blog rindiéndote un homenaje, recordándote que me importas; Sin embargo hay canciones y detalles que pululan por la calle, en un puesto de periódicos donde la artista de la semana lleva tu nombre, dos cuadras más abajo una calle que lleva tu apellido, un bus que lleva hasta tu casa, una niña que copia tu sonrisa; otra canción suena en la radio, otra canción que me recuerda a ti.

Un consejo me dice que piense en otras cosas y que las personas vienen y van; que los amores no correspondidos se transforman en leyendas y mitos que sus propios protagonistas no recordaran; otros me dicen que no vales la pena y que debo olvidarte ¡ya!; que salir no me vendría mal, que ya conoceré a alguien mejor, que busque una amante furtiva (aunque sea de momento), que me dedique a escribir, que me vuelva a enamorar… que haga cualquier cosa menos que hable de ti. He inventado una novia que llegue a tus oídos, de nombre bonito y apellido pomposo, de virtudes admirables y de pocos defectos; de sentimientos divinos y pensamientos de ensueño… y me sentí el estúpido más grande del mundo y tu sonrisa a lo lejos se rió de mi, he perdido como muchas veces.

No te niego que busque en un cuerpo ajeno ese consuelo a tu ausencia y su imitación fue tan burda que me entristecí más; tuve el intento que escribirte una carta pero resulto sin inspiración… En ese momento no pude olvidar tu recuerdo y renegué conmigo. Como era posible que alguien me mueva el piso como Japón en pleno terremoto, tengo la estrategia de olvidarte para siempre, tengo en mente el perfil para sacarte de mi mente, tengo las ganas y el momento, tengo todo y nada a la vez.

Hoy me levante, como ayer (y anteayer), con la intención de olvidarte, vistiendo de fiesta a mi soledad, fingiendo amor una vez más; Pero te miro desde lejos sin demostrar que te olvido y sonríes creyendo que aun me extrañas; tu sonrisa es protocolar pero tu mirada conserva aun la molestia de mi presencia y me siento mal.

Hoy me decido olvidarte… pero para poder olvidarte tengo que seguir pensando en ti.

lunes, octubre 05, 2009

Un ángel en mi cama

La luz del sol entra por la ventana con fuerza, es verano, es domingo; la ventana esta abierta de par en par y entra poco aire fresco; me duele ligeramente la cabeza, me da vuelta y parece que va a explotar, hay un variado aroma que se mezcla con el cigarro, 212 de Carolina Herrera e incienso hindú, además estoy desnudo… y ella también.
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“Ella”, la fémina desnuda y envuelta en sabanas duerme placenteramente de espaldas a mi; tiene un cuerpo precioso y su tatuaje en el omoplato parece aun transpirar; la observo con curiosidad, aun conserva su ligero maquillaje, tiene la piel perfectamente bronceada del verano y el cabello iluminado y ensortijado parecen no haberse alterado por la noche, estaba intacta… Pero aun había un problema… no se quien es.
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Asombrado rebobino en mi mente para recordar que paso la noche anterior pero no puedo, esforzarme a recordar me da nuevamente un dolor de cabeza, necesito agua porque empecé a sentir la resequedad en la garganta, además el agua ayuda a pensar mejor, el agua con una pequeña dosis de alka seltzer son bebidas con prontitud porque necesito atar cabos, necesito saber quien es la extraña que duerme en mi cama y que quizás pronto despierte.
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La sala esta quieta como la recuerdo, hay una botella de vino destapada a medio tomar, una cajetilla de cigarros mentolados, un cd aun gira en el equipo y unas sandalias de taco reposan debajo de la mesa de centro; significa entonces que hubo una tertulia previa antes de terminar en mi cama; ¿de donde llego?, ¿de donde la conozco?... empecé a recordar.
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El dormitorio si esta hecho un desastre, un huracán pasional paso por ahí, todo esta en el piso, tendré que cambiarles de vidrio del portarretrato de mis padres y el cuadro de mi hermana sonríe de costado; libros, cuadernos, ropa y cds yacen en el piso; todo revoloteado empiezo el rescate exhaustivo de mi celular, quizás ahí esta la clave de todo este suceso. Empiezo la cautelosa y silenciosa remoción de escombros, en mal momento que no tuve telefonía fija.
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La muchacha se mueve ligeramente hacia el otro extremo dejando al descubierto sus preciosos y firmes pechos, la contemplo ¿de qué cielo te caíste ángel mío? Tengo que hurgar un poco más en su vida; me veo en la imperiosa necesidad de rebuscar en su cartera para encontrar otra pista que me acerque a ella. Entre labiales y polvos hallo su billetera, tiene unos pocos dólares (¿es americana acaso?... ¡no! Ya seria demasiado lote), varias tarjetas de crédito, una foto con una chica cuya leyenda dice a la espalda “Para la Lokis de Titi” no me dice nada, ninguna tarjeta lleva su nombre, no posee DNI, ni licencia de conducir, ni carnet universitario, solo maquillaje, un perfume, llaves de su casa y un lapicero… pero no tiene nada que me diga quien es… empiezo a angustiarme.
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No tiene celular, estoy empezando a creer que si es un ángel; que he perpetrado el cielo por una noche que aun no recuerdo que paso; tiene en su brazo izquierdo mi número celular borroneado, le dije quizás que la llamaría, que volvería a verla; seguramente bailamos, ¿cumpleaños de quien era?, no puede haber sido en una disco… no voy a discos; ¿Qué celebrábamos?... no es navidad, no es año nuevo, no es fiestas patrias… no es san Valentín… no es mi enamorada.
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Ella aun duerme y empiezo a rendirme, el misterio de saber quien es me gusta hasta cierto punto; ella vuelve a girar al otro extremo de la cama dándome la espalda, empiezo a temer para cuando ella despierte, sin embargo me gusta verla dormir, es un encanto como el viento bordea su cuerpo como si la abrazara… me siento en el piso esperando un milagro.
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Minutos después se despierta, se sienta al borde de la cama, voltea a verme y en un acto inesperado me sonríe, estira su mano y me invita a sentarme en la cama y sin decirnos nada nos abrazamos para tumbarnos nuevamente en la cama… en silencio volvimos acariciarnos.

lunes, septiembre 14, 2009

Se dice de mi

De mi se han dicho tanto y poco; tantos comentarios, tantos dichos, tantos calificativos, he pasado de ser ángel y demonio en un día; santo y pecador en otro, amigo sincero a la vez, confidente e inoportuno alguna vez, franco y apasionado también. Sin embargo he dejado que cada palabra entre y sea digerida sin temor al dolor “estomocional”.
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Se dice que soy egoísta y engreído; mujeriego y coquetón, amante y soñador; enamorado y enamorador; buen amigo, confiable, obediente y respondón, infiel y celoso; orgulloso y vengativo; sexual y sensual; leal y selectivo, generoso y altruista, tentador y convincente, tertuliano y conservador, manipulador y atractivo, vanidoso y creído; que sueño despierto y vivo reflexionando.
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Que tengo un harem de mujeres dispuestas a hacer lo que yo quiera, que quiero una mujer que me permita hacer de todo…lo se, no tiene sentido, estaría mejor solo ¿no? Que corro detrás de una falda y que no puedo vivir sin el placer de verlas sin ropa, (¿Me creen Arjona?) que manipulo a las personas para lograr mi objetivo, que soy un inescrupuloso dispuesto a vender mi alma al diablo.
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Que no tengo las agallas para ser emocionalmente estable, que me cuesta comprometerme en todo, que a veces no me dejo entender, que a veces no me dejo querer, que no me dejo amar… que me cuesta abrirme y explotar mis sentimientos… que soy amante furtivo escribiendo y que hago volar la imaginación, que deleito a un pequeño número de lectores que me quieren en su cama.
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Que soy desvergonzado e irreverente, que soy frontal y deslenguado; mordaz, irónico, satírico o sarcástico; chistoso, colosal y jacarandoso; un pícaro, un travieso, un granuja (según mi abuela), un pilluelo; misterioso y enigmático; lascivo, concupiscente y libidinoso. Tambien dicen que soy perspicaz, astuto sagaz, un clarividente, agudo e intuitivo, un escorpiano que se acerca a la definición del signo sigilosamente.
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Dicen que tengo amantes por doquier y que soy buen amante, que soy apasionado y lamentablemente precoz; que me gusta el piso antes que la cama; que no me gusta la playa porque verte con ropa es mucho mejor imaginándote; dicen que me gusta que me dejes caliente porque causa efectividad, que quiero sentir humedad porque al no dormir contigo definitivamente uso tu imaginación.
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Dicen que no hay mujer que me soporte, que no hay mujer que me crea, que no hay mujer para mi…, que sexualmente cualquiera encaja en mi cama, que sentimentalmente nadie engrana en mi alma; que la chica que tenga una llave para mi corazón no nace aun o que lancé al mar la llave que la abre o que mate al cerrajero o que no quiero a nadie… que no ame a nadie.
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Dicen que soy picón, entretenido, descarado, mañoso, creativo, imaginario, loco, gracioso, malo, bueno, irreverente, sagaz, extraño, disciplinado, misterioso, enigmático, Arjonista, Bayleriano, irremediable, letal y típicamente escorpiano, altruista, amigable, entrañable, querendón, tertuliano… en fin.
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Sea como sea, se podrá decir de mí muchas cosas… pero lo que más me importa es lo que pienses tú… así de simple.

viernes, septiembre 11, 2009

Antes de ti

Antes de ti yo vivía feliz… espera no te molestes… te diré porque; feliz porque no pensaba en nadie, vivía mi vida sin que la vida me viva (que desmadre… gracias Susy), jugando al futbol por la tardes, rodeado y cuasi aclamado por amigas cariñosas, niñas scout disque exploradoras, mi vida era apacible, adolescente y monótona mal acostumbrada.
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Antes de ti toque los labios de una nena pecosa a los 11 y su lengua dos días después, me había enamorado de quien me había enseñado a silbar como ruiseñor y de mirada inquisidora con tonillo sutil. Se fue una tarde de marzo para estudiar llevándose la ilusión juvenil.
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Antes de ti me dedicaba al futbol y al colegio, al skateboard y a la bicicleta, a las damas y al monopolio, coleccionar canciones y escribir poemas; aprendí a manejar a los 14 y me robe el wolsvagen azul unas diez cuadras; volví a la bicicleta y me atropellaron dos veces, continúe escribiendo poemas tiernos y suaves, enamorados y soñadores; los vendí para que otros se enamoren.
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No tuve amor en tiempo de colegio, lo tuve en 5to de secundaria, conocí un cuerpo desnudo a los 16 y se burlaron de mí meses después, deje de escribir cursilerías. Me deje llevar por la aventura de los 90’s, entre a la universidad y conocí el mundo lleno de lo que ahora se. No aprendí nada pero le saque el jugo al curso de la vida.
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Antes de ti vivía tenia amigos de tertulias y besos bajo un árbol, consumí la naturaleza con la curiosidad propia del adolescente, me seguía dejando llevar por los 90’s y conocí otro amor que me marco hasta hacerme llorar. Asesine a ese Cupido impertinente que me flechaba seriamente al cual yo le era rebelde y reacio.
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Entonces mi vida amorosa fue una vorágine de sentimientos tormentosos, rodeado de una atmosfera carente de amor; era un beso hoy y si te vi no me acuerdo; mi adolescencia paso por esa etapa de adolecer de amor, de carecer de amor, era un te quiero a medias motivado por la insistencia pero que no fluía del corazón como tenia que ser, antes de ti andaba de vergel en vergel, aprovechando la galantería de mí y el verbo fluido.
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Antes de ti dedicaba canciones creyendo que eran perfectas para ellas, escribía cartas creyendo que era amor renacido, fingiendo que Cupido no estaba muerto, andaba de parranda; pero todo quedaba en una ilusión simple e irónica, sarcástica y socarrona; y me entregue al placer de momento, de cualquier erosión naciente de cualquier espalda ferviente, de piernas frágiles bordeando mi cuello, con bocas fingidas de lujuria y miradas mezcladas de sentimientos; intercambie mi soltería por momentos de cama, antes de ti tenia tantos años de experiencia, ahora me doy cuenta que no tengo.
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Ahora que llegaste tu, me di cuenta que mis poemas y mis canciones dedicadas tienen un sentido, ahora cada canción tiene un toque de ti y para ti; ahora que llegaste tu me doy cuenta que valió la pena esperarte.

lunes, septiembre 07, 2009

El futbol y tu

Es domingo, es domingo familiar, es domingo de relax, es domingo de descanso, es domingo de tranquilidad, es domingo de fútbol; es domingo de mundial o de eliminatorias, de copa libertadores o copa sudamericana , de campeonato nacional o de clásicos, de U - Alianza, de Perú - Chile, de Brasil - Argentina… es domingo de futbol… de futbol y tú.
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Compartes conmigo la afición por el balón; por el deporte rey que encandila a todo el mundo; eres hincha de Messi, Zidane o Beckham; sabes de algunos jugadores, sus clubes y sus selecciones; cuanto valen y quien los viste; me sorprendes al detectar las jugadas en off side y los tremendos fouls; me celas con las piernas de Figo y el abdomen de Cristiano Ronaldo; sabes de mundiales y Copa America; eres hincha internacional del Real Madrid y del Manchester United… me encanta verte ver futbol, me gusta verte.
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Pero fuera del deporte en si tengo presente que mi pasión por el fútbol no se compara (ni se comparará) a la pasión que tengo por ti: Sabes que tienes ese imán para atraparme los noventa minutos de juego sin mirar el televisor y haces que me importe poco lo que diga Fernando Niembro en Fox Sports. Cruzas la línea divisoria entre el sillón y la tele y me sumerges en mi propio partido; en una final de infarto, en una copa del mundo formado en tu cintura ansiosa de gloria… no hay campeonato más importante que sumergirme en tu cuerpo.
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Es nuestra cama el campo de juego, donde no hay árbitros ni jueces de línea; nuestra habitación una semblanza al mejor estadio del mundo, la hinchada son tus peluches que adornan la habitación que desde sus repisas como palco suite alentarán por ti. Es tu piel desnuda los colores de tu club y tu ropa interior la bandera de tu país; tu abdomen ondean como en las tribunas avivadas por la hinchada; tengo tu cuerpo sometido a la inminente victoria por una contundente goleada o a un resignado empate con sabor a triunfo.
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Tus manos se entrelazan con las mías con la seguridad de un arquero, me acaricias con la concentración del guarda vayas y exploras mi ser aquietando la zona de penal; firme y convincente mantiene ahogado el grito de gol que acecha en tu portería.
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En tu cuerpo tengo tus zonas de peligro donde el delantero no logra llegar, son tus pechos las mejores defensas; son el libero y back que defienden la zona de tu cuello forzándome a un off side sorpresivo; mi boca driblea por el medio de tu campo y me detengo en la volante donde tu ombligo, cuan volante de contención, me frena de golpe provocándote un tiro libre directo a tu área, esa área ansiosa, peligrosa y gloriosa.
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Tus formas dividen tu campo sin laterales ni saque de puerta; tu silueta son siempre saques de esquina, ahí donde el meollo del asunto se torna excitante, ahí donde en el rincón de las animas, donde las papas queman se acerca el peligro para el primer gol. Sin embargo tus piernas, mucho más valoradas de que la Ronaldinho, Messi y las de Cristiano ese juntas, son la tentación de todo espectador; cuando surcas las calles con ese par uno se imagina cuantos clubes importantes querrían contar con ellas, sin embargo, sin pensarlo, me dejas tocarlas y acariciarlas, besarlas y contemplarlas dándome la autoridad de ser tu manager en nuestro club imaginario.
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Ya quisiera Barcelona y Real Madrid tener lo que yo tengo. Soy tu arbitro y tu juez de línea; tu entrenador y kinesiólogo, tu titular y tu suplente, tu delantero y tu defensa, tu arquero y tu 10, tu Pele y tu Maradona; cuando entro en tu zona en busca del primer gol me siento campeón del mundo; cuando consigo el gol, jadeante lo celebro contigo, tu sonrisa hincha conmigo.
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Es un partido intenso de principio a fin en el que tu club de sentimientos y emociones se enfrentan en un partido amistoso a mi equipo de pasiones y lujuria, queda con un marcador eterno sobre nuestra piel, donde por momentos dominaste y busque voltear el partido a mi favor, pero te diste encanto para doblegarme y vencerme ahí en donde más soy débil.
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Descansas en el entretiempo, reposas sobre mi pecho, sudorosa y jadeante, nos susurramos algo al oído y tu mirada retadora me amenaza dispuesta a revertir el marcador y salir triunfante… pero al sentir tu arremetida caigo en esa respuesta que me da esa gota de sudor descendiendo por tu espalda… vendo mi partido a parte y me dejo golear por la fuerza de tu pelvis… el partido será tuyo… pero tu copa será mía.