Al otro lado del mundo

Mirando por donde se oculta el sol nacen muchas preguntas que quizás Colon se las hizo antes de zarpar a lo que hoy es América Latina, preguntas que quizás no tengan respuestas… a mi me nace una en momentos de nostalgia, soledad y tristeza.

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Al otro lado del mundo debe de vivir una nena que se le levanta a 6 o 7 de la mañana, sale hacer futting, o quizás es fanática del gimnasio, del spinning o prefiere dormir hasta la hora en que tenga que irse a estudiar o trabajar… toma su desayuno, un jugo de naranja, tostadas con mermelada con una taza de café o quizás prefiere un suculento plato de huevos revueltos o fritos a la inglesa, ligeramente salado, pan con mantequilla o queso de para untar.

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Sale a trabajar, quizás es oficinista o secretaria, doctora o arquitecta, periodista o psicóloga, en su centro de trabajo tiene muchos pretendientes, hay chicas que la detestan o le tienen envidia por como es ella, es buena en lo que hace, sus jefes siempre la están halagando, es destacada, atenta, eficaz, ágil, trabajadora, ama su trabajo.

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O quizás estudia, es diseñadora grafica, o ingeniera, abogada, en fin… es una excelente estudiante, es popular entre sus amigas, los chicos están tras ella, quizás tenga un enamorado, o quizás tiene una vida divertida o a la ligera.

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Va a fiestas, le gusta divertirse, sale a bailar con sus amigos, le gusta todo tipo de géneros musicales, salsa, merengue, reggae, techno, rave – electrónica, reggaeton, o prefiere la tranquilidad de su casa escuchando a Sting, Coldplay, Oasis, o es fanática de la música árabe o de Arjona, prefiere darle un ambiente relajado y romántico… o prefiere ir al cine, le gustaran las películas de acción o de suspenso, que sean dramáticas o románticas, las comedias o los dibujos animados, las trilogías o las secuelas, las sagas o las legendarias, quizás este viendo una ahora, sola o acompañada.

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La nena que vive al otro lado del mundo esta escribiendo en su computadora o en una laptop, ha guardado una carpeta en sus documentos a manera de diario, escribe todas las noches un poquito de su trajinado día, sueña en que es princesa y su príncipe encantador, en tener a alguien con quien caminar por la playa, abrazarlo fuertemente, darle un beso apasionado, entrelazar sus manos, decirse cosas al odio, sentirse amada.

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A veces siente que no es atractiva ni sensual como las otras, o podría verse mejor que las demás, siente una gran timidez cuando conoce a un chico o es más osada sin el temor al que dirán, pero desea enamorarse, tarde o temprano su vida daría un giro emocional inesperado.

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Siente que hay alguien destinado para ella, sabe y confía en el Dios en quien cree que su otra mitad esta separada para ella, piensa en él a pesar de nunca haberla mirado a la cara, sin ni siquiera haberle hablado… ya en la noche regresa a la cama pensando en quien tocara a su puerta mañana.

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Y aunque yo no la conozca tarde o temprano nos encontraremos, o quizás ya pasaste por mi lado, la persona menos pensada no esta al otro lado del mundo, mira a tu alrededor y la encontraras.

Infidelidades y algunas infidencias

Leonela esta casada con Pablo hace dos años, aún no tienen hijos, sin embargo Leonela que es una mujer atractiva aún frecuenta a Sebastián, él trabaja en una conocida revista, es reportero a medio tiempo, el otro medio tiempo se lo dedica a ella, Sebastián sabe que esta casada sin embargo se dejan llevar por sus más fervientes deseos, escondiéndose en algún lugar de la gran Lima.

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Sebastián esta, por decirlo así, encantado con Virginia, no acepta que le digan que esta enamorado porque lo ha proclamado a los 4 vientos de que no lo esta, aunque nosotros sabemos que si, por otro lado Virginia es una talentosa relacionista publica de una importante empresa, Virginia hace pocos días se comprometió, luce muy oronda su diamante incrustado en un costoso anillo de 18 kilates, Sebastián le ha robado un beso un sábado por la noche, ella no se lo impidió, por alguna razón... los besos se fueron repitiendo los sábados siguientes.

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A pesar de que Virginia tiene ya listo sus planes a futuro es una celosa moderada al ver a Sebastián con otra chica, lo disimula muy bien, suele reprocharle dulcemente ante la irónica mirada de Sebastián, él sabe que ella detesta eso y sin embargo coquetea estoicamente con Carla, la prima de Jorge, Virginia sospecha que se ven en secreto, a pesar de la negativa de él, Sebastián le ha dicho que la adora, a pesar de todo.

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Carla es prima en segundo grado de Jorge, Jorge es amigo de Sebastián, Carla es indiferente con Sebastián, hasta cierto modo, Jorge no quiere que se lleven bien porque conoce la fama de Don Juan de su amigo pero en realidad, muy en el fondo desea a su prima como mujer, para Sebastián sin embargo la estrategia de Carla es perfecta, la supuesta indiferencia de la fémina es lo de menos, Jorge no sabe que Carla y Sebastián tienen un secreto romance, suelen encontrarse muy de vez en cuando y encerrarse en una habitación de algún hotel.

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El grupo de la universidad, entre ellos Kelly y Sebastián, que se conocen desde el inicio de la universidad, que por cosas de esa vida, él retrasó sus estudios y ella los continuó, las historias y mil situaciones que vivieron durante esos años se mantuvieron y aunque la distancia los hizo separarse se las ingeniaron para dos años después de haber terminado la universidad se volvieran a encontrar, en una noche alocada de tertulias confusas e inusuales pasos de baile terminaron haciendo el amor en el baño de la casa de Patricia, la pequeña reunión de reencuentro se convirtió en la fiesta de Baco inesperada.

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Fátima y Tatiana son las ex enamoradas de Sebastián, como es lógico no se pueden ni ver a pesar de que Sebastián estuvo con ellas en etapas y tiempos distintos, ninguna de las dos interfirió en la relación de una o de otra sin embargo se odian a muerte y ya han tenido roces, Fátima quiere mucho a Sebastián, suele decir con frecuencia que gracias a él ella creyó en el amor, Tatiana dice que Sebastián es el hombre de su vida, porque la descubrió mujer. Fátima y Tatiana mantienen a Sebastián a su lado de alguna manera u otra, aunque a Fátima ya no le encanta como antes, es Tatiana quien aprovecha los momentos y veladas con Sebastián.

Resumen de “Infidelidades e Infidencias”

Hi 5

Hoy al llegar al trabajo reviso mi correo como todas las mañanas, unos de los correos es tuyo, con un comentario que proviene de ese revolucionario portal llamado hi5, esta demás que describa de que se trata porque no hay ninguna persona en todo el planeta que no tenga uno, incluso hasta dos.

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Un brevísimo e inesperado comentario en mi perfil daba señales de vida de que aún te acuerdas de mi, aunque sea por fotografía, dos líneas fueron suficiente para volver a recordarte y recordar los momentos contigo, si fueron pocos o muchos eso no importa ya, la cosa es que ayer en la noche cuando llegabas, (supongo yo) de tu trabajo te animaste a recorrer mis pocas imágenes que yacen en mi modesto hi5 y digo supongo porque empiezo a ver tus fotografías, has actualizado con estilo decorativo y juvenil, haz puesto nuevas fotos, y tienes más comentarios desde la última vez que la ví, veo la primera foto donde sales sonriente a lado de unas amigas que se prestan a la coquetería de la cámara y sonríen preciosas donde la verdad, sin desmerecer a ninguna, tú sales mejor…

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La segunda foto nuevamente rodeada de otras chicas, creo que son de tu trabajo, me parece haber reconocido a una de ellas, pues la vez que fui a tu trabajo me pareció verla, sonríes con esa calidez y dulzura que siempre la imagine y recuerdo tu sonrisa la última vez que te ví, una sonrisa que daba en silencio las gracias por escuchar, y tus ojos que verdaderamente son el reflejo de un alma confundida, (a veces) pienso que sueles mirar al viento cuando extrañas, te miro y siento que me miras, esa imagen estática de un monitor frío pareciera confabularse en un mensaje subliminal, y quiero sonar egoísta pues... siento que me dices algo.

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En la otra fotografía sales con el sujeto que te roba algún sueño, aquel rival no declarado sonríe contigo despertando en mi un celo moderado, te confieso que antes evitaba verla pero ahora, solo le sonrió al sujeto aquel de manera irónica, pues tu y yo sabemos de algo que él no sabe…

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Nuevamente tu sonrisa asoma en la siguiente imagen con un inclinado de cabeza que resalta tu coquetería fotogénica, tu cabello descansa sobre tu hombro y tu rostro parece que da un “hola” tierno, el monitor sigue siendo frío pero tu calidez es especial,… diferente se te ve en la siguiente con un espectacular vestido de noche de un color que hay algo que te hace sospechosamente sexy, misteriosamente cautivadora, íntimamente una mujer prohibida,… contemplo tu imagen una vez más y siento que te extraño, extraño verte y conversar, aunque en verdad extraño más verte que hablarte, y hasta podría decirte que extraño tenerte más que hablarte.

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Tienes fotos con todo el mundo menos conmigo y no es un reproche, al contrario, prefiero que me tengas en mente, para que cada vez que cierres los ojos recuerdes mis momentos a tu lado y abras, a manera de hi5, las fotos que no me tome contigo.

La moneda de la suerte

La inflación llegó a mis bolsillos una tarde de verano, el déficit económico del país había colapsado de manera asombrosa al extremo que el dólar había perdido su valor y se había reducido a un risible 2.89 al cambio, como decía mi difunto abuelo “tendríamos que volver hacer maravillas para subsistir”.

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Adriana y yo ya no nos vemos hace mucho tiempo, desde que me dijo que lo nuestro no podía seguir, me empecine en olvidarla pero quería despedirme de ella con provocadores mensajes de texto con el afán de que vuelva a ser mía por muchas ultimas veces, pero al parecer el noviazgo le rondaba en la cabeza y la pedida de mano le había hecho meditar y darse cuenta de que quien sobraba ahí era yo.
Entonces decidimos separarnos fingiendo un mutuo acuerdo y la deje seguir con su vida de enamorada, novia y futura señora de su casa, sin embargo me pidió que no rompa la amistad por nada del mundo.

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Ese día de verano con tan solo un sol en los bolsillos, Adriana me llama pidiendo vernos, pensaba que en este mal momento desperdiciar una oportunidad así no podría pues de tan solo verla me pondría de buen humor.

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Adriana me cita con un sugestivo mensaje de texto para vernos en un concurrido centro comercial, el deseo y lo apetecible de su cuerpo me hicieron imaginar que podría tenerla nuevamente, pero no podría ser, la moneda en el bolsillo me advertía de una tremenda humillación y mi titulo de “misio de miércoles” me amenazaba como si tuviera un revolver apuntándome en la sien, y pensaba “hoy que quieres verme... no tengo”.

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Rodrigo me dice que pagan el viernes todavía y que no me pueden dar ningún adelanto, que tendría que esperar, Adriana no iba a esperar, no tendría porque esperar, había que empezar a creer en los milagros.

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La situación me llevo a involucrarme con un de esas maquinas tragamonedas, el sol que no brillaba en mi bolsillo parecía ser la llave que me daría la solución momentánea a mis problemas, un juego de tres por uno me daría una apuesta de 10 soles por cada tres aciertos, aquel sol en quien había puesto todo mis destino para lucrarme en un momento de placer con Adriana entra por la abertura de la maquina, la palanca que movía las tres circulinas iban deteniéndose mostrándome un 7, la segunda se frena en una cereza y las aspiraciones de conseguir unos 20 soles se desvanecieron en un 7 que cede y me regala con las justas cincuenta centavos y misteriosamente me devuelve el sol, la experiencia y la buena suerte en los juegos de azar no nacieron conmigo.

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Derrotado decido cancelar la cita con Adriana, no podría verla en el estado de animo en que me encontraba, busco un teléfono público, memorizo su número y la llamo, Adriana me contesta y de pronto la llamada se cancela de golpe, la moneda de sol se desliza por la abertura del teléfono e inexplicablemente me la devuelve.

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Sospechaba que la suerte esta echada y que debía ir al encuentro de Adriana pese a cualquier infortunio.

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El bus va casi lleno, estoy a una hora de verme con Adriana, el cobrador del bus pasa uno a uno cobrando el pasaje, miro por última vez la sospechosa moneda que había regresado a mi dos veces en un solo día y supuse que sería una suerte de talismán que le costaba separarse de mi y quizás lo estaba subestimando por decirlo así.

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Un acalorado grupo de jóvenes veraneantes sube por la parte trasera del bus generando que los viajantes aprieten sus carteras y mochilas, la preocupación del cobrador es mayor dejándome con la moneda en el aire y corre a ordenar a aquellos desadaptados que parecen generar un conato de bronca. El cobrador se olvida de mí y no vuelve a cobrarme el pasaje, vuelvo a mirar la moneda y la regreso a mi bolsillo con una sonrisa que no podía ser otra que confiar en ese pedazo de metal circular.

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Adriana me llama me dice que ya llego al centro comercial, después de vernos saludarnos y conversar caminamos por ahí sin rumbo, hemos hablado de nosotros y de nuestro alejamiento, de su noviazgo y su futuro, de nuestras noches y nuestras ganas, siento que Adriana aún me desea y yo también, tomo su mano y me da un abrazo, me da un beso en la mejilla y me vuelve a decir que no quiere que me aleje, que soy lo mejor que le ha pasado... que quiere que le vuelva hacer el amor.

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Caminamos hasta mi casa para rebuscar entre mis pantalones y mis cajones algunas monedas que le haga compañía al sol que descansaba en el fondo de mi bolsillo, sin embargo en mi casa no había nadie, mis padres habían salido de urgencia, tenia la casa sola para mí.

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Contemplo a Adriana desnuda enfundada en sabanas durmiendo sin pesares mientras la moneda de la suerte me mira, (imagino yo sonriente) desde la mesa de noche pidiéndome que no la gaste.

Se Necesita

Un inusitado aviso no se podría poner en un periódico o una revista y mucho menos en las paginas de clasificados del El Comercio, algo así que diga.
SE NECESITA
Se necesita una chica que quiera dejarse comprender, que cada día sienta que es especial y a la vez amada.
Una que cuando reniegue pueda calmarse con un beso.
Se necesita a alguien que quiera aprender a bailar conmigo un bolero que escuche de Héctor Lavoe que me remonta a ella.
Que al bailar sienta en su cuerpecito esa interacción propia de un affaire.
Una que no importe que no sepa cocinar porque echando a perder se aprende.
Que no le guste limpiar por que los días por compartir están por comenzar.
Se necesita alguien que le guste ser una buena compañía para ir al cine.
Que le guste caminar por la playa a la hora del crepúsculo o en la noche estrellada.
Que sepa la intención con la que tomo su mano, que sienta la aventura que me gustaría compartir con ella, que pueda mirar a sus ojos sin que me sienta avergonzada, que no sienta temor cuando la veo.
Se necesita una chica que sea ella al bailar, que haga con su coquetería una suerte de celos insoportables pero que a la vez me haga sentir orgulloso y envidiado por su endemoniado encanto.
Que cuando se enferme la cura sea también un beso, de aceptarlo sin compromisos.
Si siente el temor de provocar un enamoramiento, que no tenga el reparo de pedir lo que jamás se imagino hacer.
Que desee ser mi amante sin el temor de que pueda pensar.

Que me pida ser su amante.
Que escape conmigo a un lugar insospechado.

Que sepa que muero por besarla.
Que me deje sentir su respiración en el descanso de una cama, que se deje completar entera.
Que me permita besarla de pies a cabeza.
Que al bailar le diga al oído mucho más que verse bonita, sino que sienta el el tono de mi voz y el rozar de mi aliento que la deseo.
Que se sienta prohibida, que me diga suave al oído que le enseñe a mentir.
Se necesita una chica sin complejo, sin tabúes, sin prejuicios, sin religión, sin métodos, sin restricciones, sin tasa ni medidas.
Tan solo… que sepa ser ella.