domingo, diciembre 10, 2006

Amor de siempre

Cuando el abuelo enviudo muchos de sus hijos pensaron que tendrían que hacer turnos semanales para no dejarlo solo, se había deprimido mucho, pero sin embargo mantenía una tranquilidad excelente, una paz interior que solo podría venir de Dios, la perdida de la abuela lo había afectado y ya no era tan conversador como antes, los temas políticos, deportivos, incluso de cocina habían desaparecido, una noche en la que no pude dormir me levante a tomar una pastilla que me hiciera dormir y encontré al abuelo despierto en la mecedora cerca de la ventana, cuando la abuela vivía se sentaban juntos y contemplaban a sus nietos juguetear en el enorme patio trasero de la casa, esa noche en la que no pude dormir el abuelo tambaleaba con tranquilidad y con su arrugada mano mecía la mecedora donde probablemente penaba la abuela, sonreía y se reía levemente sin que lo descubra mi padre.
<<0>>
Mi abuelo repitió la terapia casi todas las noches, casi siempre a la misma hora y a la mañana siguiente despertaba con buenos ánimos, el cambio de actitud de mi abuelo había cambiado totalmente, ante el asombro de mi padre que empezó a preocuparse.
- Creo que debemos de internarlo en un asilo. (decía mi padre)
- Como vas hacerle eso a tu padre, Luis (reflexionaba mi madre)
- Algo tiene… y la verdad eso me esta inquietando
- Ay pero ¿qué querías?... que se quede en la casa entristeciéndose
- Creo que a ti no te gustaría que yo te encierre en un asilo
(dije ante la mirada atónita de mi madre)
<<0>>
Esa mañana se fueron todos sin despedirse de mí, ya en la tarde mientras regresaba de camino encontré al abuelo sentado en un parque había comprado unas bolsitas con comida para aves, rodeado de palomas a quienes les daba de comer alegremente el maíz, sonreí desde lejos y pensé en no molestarlo, mi abuelo había ganado bonos para no sospechar que padeciera de algún mal mental que lo llevara a la loquera, cuando en un momento una señora, quizás de su edad se sentó junto a él iniciandole la conversación, probablemente, al abuelo que había sido en su juventud un empedernido conquistador, jovenzuelo coquetón y amigo especial de muchas chicas de las que alardeaba por haber pasado por “su cama”, parecìa haber vuelto a las andanzas, el abuelo miraba a la anciana con una coquetería que le daba licencia, por experiencia, para “afanarla”, el pilluelo del abuelo estaba aprovechando de su viudez.
<<0>>
Durante la cena mi padre conversaba de política con mi madre, mi tía, mi tío y yo, miraba a mi abuelo que estaba concentrado en su plato de tallarines rojos con papa a la huancaina que tanto le gustan, tomaba sorbos cortos de jugo de maracuyá que también le gustan.
- No nos conviene el TLC… vamos a empobrecer al país más de lo que esta (decía mi padre)
- No hombre el TLC nos va a beneficiar en muchas cosas (refutaba mi tío)
- Pero no en todo…
- Claro no en todo per--
- Ah vez, es una tontería tener que firmar un tratado en un país tan corrupto como los Estados Unidos, al menos con Bush, el “Mister Danger”, tenemos que proteger nuestra identidad, con el TLC seriamos prácticamente colonia americana y eso no es lo que quizo Bolívar y--
- ¿Y que quizo Bolívar?
(interrumpió sorpresivamente el abuelo)
- Bueno, Bolívar quería la unión de los pueblos y-- (justificaba mi padre)
- ¿Haz hablado con él?
- Claro que no pero--
- Entonces no hables tonterías, Bolívar quería la unión de los países latinoamericanos para hacer exactamente lo que hace ahora Europa, teniendo una misma moneda de comercio, prevaleciendo una economía sólida, allá en Europa hay unidad en todo aspecto, y eso no hay acá… como se te ocurre querer unirnos con Venezuela por ejemplo donde ese huevas de Chávez no piensa salir del palacio presidencial ¿...?, como quiere unir América Latina si insulta a nuestro presidente (nos guste o no), tu crees que Chile va a querer que compartamos una misma moneda, Ecuador va a redoblar su vigilancia en Tumbes, el narcotráfico va entrar como Pedro en su casa por la selva con Colombia y lo mismo por Puno con Bolivia, el más sano va ser Brasil, pero que hay con Argentina, Paraguay y Uruguay, que sabemos de Guyana, que va a pasar con Cuba, los demás países Latinoamericanos con otros idiomas que va a pasar con ellos… Hasta los yanquis son parte de América… si no sabes escencialmente eso entonces no hables del TLC porque no sabes nada.
- Y acaso tú lo sabes
(decía mi padre con cierta ironía)
- Claro (decía mi abuelo que si era verdaderamente irónico) que hora tienes?.
- Las nueve y media
- Lindo reloj, ¿que marca es?
- Ah es la nueva versión acuática de Panasonic ¿te gusta?
- Si es muy bonita ¿y cuanto te a costado?.
- Mmm... como 350 dólares por ahí, regateando
- Viste… eso es TLC
- ¿TLC?... no entiendo
- Tienes un reloj americano, has pagado con billetes americanos, encima has regateado al mercado americano, usas jeans, pantalones, polos, sudaderas, tu carro, tu sueldo es de los yanquis y dices que Bush es corrupto... creo que tú eres más corrupto que él.

- Pero papá eso que tiene que ver
- Mucho, nos guste o no vamos a depender de otros países... siempre.
Todos nos quedamos callados, mi abuelo se disfrazó de sabio para callar a mi padre.
Horas más tarde, en la madrugada mi abuelo se mecía sobre la mecedora y me anime a acercarme.
- ¿Que haces despierto abuelito?
- Ay hijito tu abuela que es una demorona
- ¿La abuela esta aquí?
(dije mirando la mecedora vacía)
- No... al parecer no pudo venir a verme
- Y que te dice la abuela, ¿te extraña?
- Como yo a ella
En eso se levanto levemente de la silla apoyado en su bastón, empujo la ventana y se volvió a sentar, me miro y sonrió - la abuela dice que te extraña -
- ¿Ya llegó?
- Si... ¿nos disculpas?
(dijo con cierta coquetería)
- Dile que soñé con ella ayer
- Dice que lo sabe
(me sonrió y me aleje)
Contemple al abuelo un par minutos más, oculto tras una pared -no estés husmeando pilluelo- y carcajeo tapándose la boca para que mi padre no lo oyera, el abuelo estuvo muchas noches en una cita a ciegas con la mujer que lo cambio de vida “eh sido un viejo mujeriego pero tu abuela tiene un no se que, no podría vivir sin ella” decía cuando me enseñaba sus fotos con mi abuela cuando viajaban por todo el mundo.
<<0>>
Mi abuelo amaneció un día en su mecedora, mi padre lo encontró aún meciéndose, con una sonrisa en los labios, con una mano en la otra mecedora... la abuela se lo llevó, porque también ella no podía vivir sin él.

No hay comentarios.: