Por favor no te quedes

Al llegar a una edad determinada piensas seriamente en la independencia, esa idea de querer hacer lo que te da la gana es parte, creo yo, normal de una persona, aunque a mi madre nunca le hizo mucha gracia el hecho de que viva solo.

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Es lógico, parte de mi adolescencia se la paso diciéndome que no se ni cocinarme, yo siempre le respondía, con mi manera irónica de hacerla rabiar, de que cerca había un restauran y que cocinaban buenos platos, ella me mira como queriéndome llamar la atención y yo como que medio le sonrió, quiero ganar ese juego de mirarnos con cierto fastidio.

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A mi padre tampoco le hace mucha gracia pero en su condición de varón sabe que los hombres se hacen en la guerra y no fabricando armas, siento que confía en la posibilidad de que asumiré con toda responsabilidad mi andar por el mundo, le he contado algunos avatares, sucesos y aventuras que he tenido a través de mis años y pues me escuchaba con entusiasmo, orgulloso, creo yo, de que su hijo esta haciendo bien las cosas, mi padre me dice que convencerá a mi madre de que mi solicitud de independencia esta en su lado, ese “voy a convencerla” me da la tranquilidad pues mi viejo me demuestra que esta de acuerdo y que confía en mi.

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Una semana después, mi padre me ayuda con mis cosas y mi madre me cocina los últimos tallarines rojos en su casa, a pesar de que estoy feliz, se que voy a extrañar discutir con mi madre pero sobre todo su sazón, también el extrañar a mi hermana y a mi viejo, pero creo que es hora de volar.

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El lugar en donde estoy es pequeño, la dueña que renta un edificio de 4 pisos con varios departamentos pequeños para personas solas o parejas sin hijos, no se que medidas tendrá pero tiene una pequeña sala, con una barra que separa lo que seria una cocina, el baño para las visitas y dos dormitorios, al fondo del pasillo el baño que es comunitario, pero los cuartos están conectados entre si por el baño, es decir tengo que cerrar con llave la puerta de mi vecino cuando yo ocupe el baño, el lugar es simpático, me va a tomar algo de tiempo acomodarme, pero todo esta bien.

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Por el momento estoy solo en ese departamento, la dueña me pregunta si tendría algún inconveniente tener un compañero de cuarto, acepto sin problemas, seria bueno tener quien te apoye a pagarlo.

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Tres semanas después llega un chico, Alonso estudia en bellas artes, es un tipo refinado, simpático y amiguero, los primeros días hacia las compras en un supermercado cerca y me decía que yo con él morir de hambre, Alonso cocina rico, tiene buena sazón, su especialidad son las pastas, me cuenta que tiene pensado estudiar para barman y lo animo a que lo haga, se me hizo rápido hacer amistad con alguien, al fin y al cabo era mi compañero de cuarto.

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Los días siguientes, los demás habitantes del edificio me miran con cierta curiosidad, como si se tratase de un secreto que llevo, los otros chicos que viven ahí hacen bromas de doble sentido cuando paso, quizás confunden mi amistad con Alonso con otra cosa, las chicas me confían algunos secretos propios de mujeres, me piden consejos como si estuvieran seguras de que se los voy a solucionar, me hablan de ropa, maquillaje, zapatos, ropa interior, hasta de anticonceptivos, la verdad no se que decirles.

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Gerardo, mi mejor amigo, se casa este sábado, supongo que ese día no llegare a dormir, le digo a Alonso que saldré, me dice que hará una reunión con unos amigos del instituto que le hubiera gustado que este ahí, pero tengo otro compromiso quizás para la otra.

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Un accidente de transito a impedido que los novios llegue a su destino, Gerardo tiene una contusión en la frente y ha tenido que ser llevado al hospital, no es nada grave pero el susto nos sobre salto a todos.
Ante este imprevisto decido irme a casa, podría llegar a la reunión de Alonso y acoplarme, quizás estarían en el mejor momento, más que nada por la hora.
Hay un silencio misterioso, parece que la reunión de Alonso también fue suspendida o quizás salieron a algún lugar, camino por el pasillo y unos sospechosos ruidos amenizan ese silencio aburrido, que suerte pienso que tiene Alonso.

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La noche se ve interrumpido con el chorro de la ducha, pienso que es una imprudencia de Alonso bañarse a las 3 de la madrugada, sin embargo lo que me parece imprudente es que las risas masculinas interrumpan mi sueño.
Tomo una almohada y un cubrecama y me voy a la sala, la mesa de centro esta saturada de botellas de whisky y ron, el cenicero rebalsa de colillas, varias cajetillas vacías, rebusco en ellas sin éxito, sobres de condones están regados en el piso, que noche la de Alonso, bien por él.

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Mi sueño se vuelve a ver interrumpido por risotadas, me sobre pongo y al parecer hay más de dos personas en su dormitorio, la idea de que una orgía se estaba haciendo en el departamento me llamo la curiosidad, me quede echado en el sillón con los ojos oídos bien abiertos, la puerta del cuarto de Alonso y sale un hombre desnudo, se detiene frente a mi y continua su camino hacia la cocina, abre el frizer y saca alguna botella.
- Alonso, hay un tipo en tu sala (le dice)
- ¿Que? (dice Alonso que sale con una toalla) ¿Que haces aquí?
- Bueno aquí vivo ¿no? (le digo asombrado)
- ¿Es que me dijiste que no vendrías?
- Si pero hubo un inconveniente
- Pero quien es este, me dijiste que no tenías pareja (se asombra el tipo aquel)
- Hey espera, no soy su pareja… ¿que esto?
- Soy Efraín, y soy su ex pareja
- mmm… Vaya… bueno… que quieres que te diga… esta bien ¿no?
- A te gusta… podemos hacer algo los tres juntos, te gustaría.
- No, no espera… Puedo hablar contigo por favor.

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Alonso le hace una mueca bastante femenina a Efraín y entramos a su habitación, había un video porno gay corriendo en el dvd, la cama revoloteada, el olor a marihuana y un hedor propio de los amantes.
- Discúlpame la verdad no quería que te enteres de esta manera.
- No tienes porque disculparte, es tu vida al fin y al cabo, estas en todo tu derecho, pero creo que una advertencia no habría estado mal.
- Si tienes toda la razón no se volverá a repetir.
- Al menos en este departamento no.
- Que me quieres decir
- Alonso, he buscado salir de mi casa para tener una independencia tranquila, sin que la gente tenga que estar hablando.
- Creo que tienes razón.
- Y no pasa por un asunto de discriminación, pero seria bueno que busques un sitio donde tu puedas, no se, tu sabes…

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A la mañana siguiente Alonso, dos días después Alonso regreso para preparar lasaña y fettuchini, no debería decirlo pero tenia un ambiente a cena romántica, con vino, una mesa bien tendida y velas, Sting amenizaba la noche, me pidió disculpas casi toda la cena, hablamos de sus gustos y de los míos, de nuestra primera vez.

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Los vecinos me decían que porque lo había echado… irónico respondía… por infidelidad y sonreía.