lunes, enero 25, 2010

Los 90's

Soy Chorrillano, si claro eso a nadie le importa, pero tengo la vista más privilegiada de todo el litoral peruano, existe un balcón universal desde donde puedo ver lo que fue el balneario sureño y sus playas agua dulce, pescadores, sombrillas y la herradura; desde ahí puedo ver todo el distrito, el pequeño distrito testigo de mi vida, sobre todo lo que considero la mejor etapa de mi vida y creo que la de todos mis amigos (mis leales amigos… pocos pero leales al fin).

Conocí en los 90’s el amor en la niña de nueve años que me encandilo cuando yo tenía apenas diez y que me hizo el honor de ser mi noviecita tras una larga, larguísima ¿quieres estar conmigo? para luego dar inicio a ese hormigueo típico del enamoramiento, esas nerviosas tomaditas de mano que se disiparon una tarde de julio con un imborrable primer beso.

Esas pichangas todas las tardes con la gente del barrio a la salida del colegio, dos o tres horas continuas de full pichanga, los clásicos con el barrio cercano y las tremendas broncas que se armaban al término de cada partido. Las simpáticas hinchas que teníamos en las tribunas del complejo deportivo esperando algún gol con dedicatoria.

Las fiestas los sábados por la noche, a falta de dinero para discotecas (o también por el límite de edad) buenos eran los quinceañeros o fiesta de pre-promoción; los ritmos de ese entonces que causaban furor en esos años; la salsa juvenil (y pegadita) de Jerry Rivera o de Los Adolescentes, el rock alternativo de Oasis, Nirvana, Aerosmith, Blink 182, Green Day u Off Spring; la extraña e incomprendida época del techno teniendo al Dr. Albán como jefe de esa tribu bailarina que no despegaba los pies y solo se movían al ritmo de solo mover las manos en una suerte de break dance a medias (que tiempos caray), la sensualísima y provocadora etapa del reggae en español al que llamamos playeros (no sé porque) con temas raperas que movía a la masa animada quizás por algún trago preparado horas previas.

Canciones que eran parte de nuestro repertorio anímico, canciones para estudiar, para pensar en la “primera vez”, para contemplar unos ojos o corresponder una sonrisa, para unos tragos, para fondo de una tertulia… para llorar, para ser feliz; alguna balada para dedicarle a Giuliana, una balada para ese amor de los grandes, o aquellas que compartí con Carola en la parte más emotiva e intensa de mi vida; los tarareos en medio de las locuras con la gentita del barrio, las chapas o apodos a medianoche tras una fiesta.

El llenado de inocentes y creativas preguntas de algún slam femenino, las amigas de la infancia, las consejeras, las que te presentan a su mejor amiga, la nueva enamorada, la que se ilusiona, la hermanita menor de tu amiga que te llama “novio platónico”, la creída, la engreída, la coqueta, la “desarrolladita”, la popular, la que todos quieren estar con ella, la achorada… las encantadoras.

Las broncas entre amigos, las broncas con otros barrios, las broncas por la chica de otro barrio, las broncas con las chicas por la chica del otro barrio; los video juegos, el primer cigarro, la primera borrachera, la primera vez… la segunda vez; el 5to de secundaria, la fiesta de promoción, la confirmación, Dios, la política; el futbol, el mundial negado, Francia 98, la goleada de Chile, el U – Alianza; la pichanga de las tardes, los días de verano, las chicas en bikini, los paseos por el malecón, la brisa del mar, los paseos por la playa; el fin del colegio, el servicio militar, la búsqueda de la universidad, el viaje de papá, la madrugada en el aeropuerto, su eterna espera… la soledad, la depresión, la desilusión, el desamor; la falta de trabajo, la desesperación, las drogas, problemas familiares… los nuevos amigos, los nuevos vicios, nuevas experiencias.

Años repletos de experiencia y que no volverán pero como dicen por ahí “Nadie nos quitara lo bailado”, el mundo sigue su vuelta, de vuelta en vuelta… nací entrando a los ochentas, fueron los 10 primeros años más tensos, el terrorismo y la crisis económica de ese entonces fueron cosa de todos los días, sin embargo los 90’s fueron la mejor etapa… y voy por más… vamos por más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uy cuantos años y que buenos momentos por esos años recordar es volver a vivir dice un dicho, buena retrospectiva