miércoles, abril 15, 2009

Amores invisibles

Cuando Fernando y Elena decidieron tener una relación se prometieron amor eterno, Elena conversaba con las chicas de lo maravilloso que es Fernando y él de lo adorable que es ella, nosotros sus amigos, teníamos un sano celo porque se les veía tan felices, tan radiantes, tan enamorados, capaces de confiar uno del otro ciegamente; su relación era tan sólida como una roca, tan limpio como un cristal, tan inocente como dos bebes, tan sensibles como una lagrima, tan románticos como un beso, tan insoportablemente tórtolos… hasta que llego el día en que todo se diluyo extrañamente.
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Fernando y Elena terminaron rompieron su larga relación para dar paso a nuevas vidas, posiblemente nuevos romances, nunca explicaron (tampoco tenían que hacerlo) de la ruptura, siguieron haciendo sus vidas, estudiando o trabajando y pasando más tiempos con los amigos; Fernando volvió a los estadios y los viernes de cerveza; Elena a los fines de semana de shopping con las chicas y tertúlias en la peluquería, coincidían en algunas reuniones y se les veía conversando amenamente, bailaban de rato en rato e incluso se especulaba que volverían pero no, Elena le confeso a su mejor amiga que veía difícil volver con “Fer” porque no cree que él este interesado en hacerlo; curiosa similitud se repetía con Fernando “Elena no regresará conmigo”, fue entonces que empezó una vorágine de sospechas, especulaciones y teléfonos malogrados.
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Las chicas creyeron que la ruptura se debió por alguna infidelidad de Fernando, su argumentación fue sencilla “porque es hombres pues”, pero fue descartado por la misma Elena quien calificó a Fernando de ser la mejor persona del mundo; los chicos creímos que Elena se enamoro de otro sujeto o se aburrió de Fernando, pero él siempre fue un tipo querendón, amiguero y cooperativo, calificó a Elena como lo mejor que le había pasado, entonces nace la interrogante ¿es posible romper una relación de tantos años por nada?... "no lo se" respondieron ambos en algún momento.
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Sin embargo, Fernando extrañaba a Elena demasiado como ella a él, pero la distancia y esa imagen desinteresada que mostraban uno por el otro los privaba de decirse lo que sienten con sinceridad. Hasta que se filtro hasta sus oídos una terrible noticia, convirtiéndose en una leyenda que nadie sabe hasta hoy… fue entonces que nos enteramos que Elena estaba con alguien y al unísono Fernando también, un gravísimo error de logística que determino que su buena relación amical se vaya resquebrajando poco a poco gracias a un terrible teléfono malogrado.
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Elena al enterarse de la nueva relación de Fernando empezó a hablarle a sus amigas de un tal Roberto Eguren, un sujeto que por lo que decía Elena tenía un nivel más que el papa, el sujeto en teoría era superior a Fernando en todo sentido y la imagen generada en las chicas fue instantánea “queremos conocerlo, cuéntamelo todo y exagera”, la maravilla llamado Roberto genero celos en los chicos más que nada porque Elena es nuestra amiga de infancia y ningún foráneo, forastero, alienígena, exótico, bárbaro, extraño e intruso se llevaría así de la nada a nuestra querida Elena.
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Por su lado Fernando al enterarse de la relación que tenía su entrañable ex, no dudo en “estar” con Rubí Juárez, la chica que nos describía Fernando pasaba de los 10 puntos, los ojos de Nicole Kidman, los labios de Angelina Jolie, la cintura de Thalia, los pechos de Michelle Trachtenberg, el derrier de J-Lo y el encanto de Jennifer Aniston, la mujer ideal, un encanto, perfecta por donde se le mire… es ahí donde nace la pregunta de rigor ¿Cuándo la conoceremos?... “pronto” nos aseguró Fernando.
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A partir de ahí vinieron una serie de indirectas cada vez que teniamos reuniones en casa de alguien o simplemente salíamos a comer en grupo, cada velada era una estrella más para Rubí y Roberto, que Roberto es lindo, que Rubí es espectacular; que el sábado “Beto” la llevara a un buen restaurante, que hara un viaje con Rubí el domingo; que sus padres quieren mucho a Beto, que el fin de semana Rubí cocino ravioles con la mamá de Fernando, que Beto tiene un audi del año mientras que Rubí estudia en la de Lima y que se han "amanecido estudiando" juntos en su casa en La Molina; Beto quiere vivir con Elena, según ella; pero Fernando esta pensando pedirla, según él… todo esto durante medio año, las discusiones entre ellos se volvieron más duras y acidas cuando entro a tallar temas como el sexo y la convivencia, hijos y maneras de amar, sutilmente se sentía en el tono de sus voces un reproche añejo, un regaño con celos… sin embargo había una atmósfera de un amor guardado que por algún motivo no lo dejaban salir.
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Un día esperando mi carro para irme al trabajo los encontré discutiendo en el paradero sobre la manera como llevaban sus relaciones amorosas, para mi mala suerte fingí ser juez en ese pleito ajeno, ambos estaban de acuerdo de que Rubí no era buena para él, ni Beto para ella, se incriminaron sus romances de manera irónica y para ambos era inadmisible que piensen en casarse con estas extrañas y desconocidas personas, Fernando no podía creer que Elena podría amar a una persona en tan poco tiempo y ella estaba re segura de que Fernando no amaba a Rubí, no se podían olvidar y su amor se estaba convirtiendo en un odio mediático, se sentían celosos de lo bien que les estaba yendo con sus nuevas parejas y no haber satisfecho ciertas peticiones de ambos.
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Dos semanas después aparecieron nuevamente juntos de la mano y con una alegría inusual, Fernando y Elena pasaron un fin de semana juntos conversando, discutiendo, reconquistándose, enamorándose… ambos confesaron que tanto Rubí como Beto son cosa del pasado, con una mirada confabulada y misteriosa nos vuelven a sonreír, pero les agradece a ellos porque fueron artífices de que esten nuevamente juntos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

TE AMOOOOOO ASI GRANDOTOTOTOTE

Anónimo dijo...

=P q lindu.. q te digan TE AMOOOOO en público... =O

éxitos