domingo, mayo 03, 2009

Versus

Hace mucho quise a Paloma, lo nuestro fue un amor secreto; desde niños nos robábamos besos a espaldas de los demás, le prometí alguna vez que seriamos novios y sonrojada solo sonreía, pero ya de adolescentes no me atreví a decirle que quería estar con ella, aunque se insinuaba deje de robarle besos una tarde para ser su enamorado formalmente, pasamos tardes caminando por la plaza tomados de la mano, me regaño la primera vez que fume un cigarro y termino conmigo cuando le conté que me fume un porro; le regale una caja de chocolates y volvió conmigo… meses después termino la relación porque mi ritmo de vida no la estaba acostumbrando; preferí seguir robándole besos los fines de semana, besos que fueron subiendo de temperatura para llevarnos a fornicar una noche de Abril durante el cumpleaños de mi hermana.
<<0>>
Continué viéndola a escondidas con pleno conocimiento, con causa y efecto; hasta que alguien la enamoró y deje de verla, me console con mi soledad y mi “relajada” vida, aunque la persuadí a convertirme en su máximo pecador… pero una noche de noviembre me dejo plantado en una habitación que reserve para nuestro encuentro y con un mensaje en el celular disculpándose “lo siento pero esto tiene que terminar”.
<<0>>
Herido en mi orgullo pensé en no volver hablarle o ser indiferente pero no pude, cada día que la veía me parecía más atractiva, seductora, sugestiva, tentadora, perturbadora, interesante, hechizante, coqueta, atrevida, pecaminosa, vulnerable. Herido en mi corazón de conquistador abatido y derrotado, fui en busca de la reciprocidad, bombardeándola con mensajes de texto, llamadas a media noche, correos, en fin… nunca tuve respuesta… al menos de ella no.
<<0>>
Una necesaria resaca se vio interrumpida un domingo cuando una visita inesperada cayo donde pernocto, un sujeto quizás de mi edad toco mi puerta pidiéndome entrar, era la primera vez que hacia entrar a un hombre a mi habitación; se presentó, encendió un cigarro sin mi permiso, dijo ser el enamorado de Paloma y me aseguró que si la vuelvo a “molestar” me las iba a ver con él y se fue sin despedirse seguro de haberme amedrentado… sin embargo me hizo recordar esa antigua política de irme contra las reglas, incitó en mi el ímpetu de llevarle la contra.
<<0>>
Continué enviándole correos y mensajes de texto a Paloma diciéndole atrevidos piropos, sugestivas citas, la llamaba a horas que coincidentemente estaba con su galán; Paloma me timbraba ya de madrugada o enviaba mensajes diciéndome que me iba a meter en problemas, que me quería mucho pero que temía que se genere algún inconveniente, le digo que no tiene porque preocuparse.
<<0>>
Su enamorado me envía continuos correos y “advertencias” al celular, no quiere hacerse responsable de lo que me pueda pasar, sus amenazas las he pasado por agua tibia y no le temo a pesar de ser más alto que yo, incluso algo fornido, he tenido peleas con sujetos más difíciles así que creo estar preparado para lo que tenga que venir.
<<0>>
Dentro de los miles de correos y amenazas de muerte del sujeto aquel encontre un correo de Paloma me envía uno diciéndome que estoy totalmente loco y que le causa gracia esta disputa por ella, que esto le ha llevado a descubrir que su pareja esta más preocupado en enfrentarse conmigo que de mimarla y consentirla, me dice que revisa constantemente su correo esperando alguna respuesta mía, les habla de mi en reuniones con sus amigos donde incluso hay un comité dispuesto hacerme puré, suele alardear frente al espejo del gimnasio al que va, ensaya con la bolsa de arena imaginando ser yo, practica taekwondo, jujitsu y otras artes marciales, toma vitaminas para abultar sus bíceps, tríceps y demás músculos, carga pesas por encima de los 30 kilos, sale a correr por la playa la herradura donde lo he visto desde el morro solar mientras escribo mirando al mar… Paloma dice que se esta preparando para según él “darme mi merecido”, sin embargo me regala una sonrisa coqueta por la web cam y finaliza “tus historias son encantadoras… creo que vas ganando tú”.
<<0>>
Un mes después me encuentro con ella en un matrimonio, esta demás decir que estaba guapísima en su atrevido vestido negro listo para arrancárselo, terminada la celebración, después de haber bailado toda la noche le robo un beso en el zaguán del local, le dije que la llamaría y sonrió diciéndome que sigo estando loco y se va en el taxi que la esperaba en la puerta, me quedo con el sabor de que volverá a ser mía.
<<0>>
Al día siguiente despierto en un hospital con el rostro morotoneado, el ojo hinchado, con la dificultad al hablar, el brazo enyesado y el cuerpo adolorido, y la mano de Paloma quien me sonríe; desconcertado y convaleciente le pregunto que paso, entristecida me dice “te lo dije, creo que no aceptó terminar”, inmóvil y sin poder reírme le aseguro que nadie nos quita lo bailado… nunca antes un beso me había dolido tanto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

.. s/c

Anónimo dijo...

¬¬