miércoles, septiembre 13, 2006

Hasta mañana... (si es que la hay)

En el block A en su 4to piso vive Luís, Lucho para los amigos, es un tipo tranquilo, tranquilazo, un buen pata, él prefiere quedarse callado cada vez que le pides una opinión, se podría decir que era su manera de manifestarse y desde que yo lo conozco nunca lo he visto mal y como podría estar mal si en el mismo block en su 2do piso vive Laura, es tan linda Laura que han habido muchos chicos siempre buscándola... pero Laura es una chica diferente, de su casa, algo provocativa al vestirse... pero de su casa, ella esta con Lucho ya hace mucho tiempo, cuando me mude al mismo block en el 5to piso ya tenian 3 años de enamorados... estudiaban en el mismo colegio, se llevaban un año de diferencia, él era mayor que Laura, se encontraban en el recreo, él le compraba galletas de soda con una cajita refresco frutado, él se compraba pan con milanesa y una gaseosa... se sentaban cerca del patio principal del colegio, salían juntos hacia sus casas, recuerdo que una sola vez lo ví pelearse a Lucho, mientras Laura le agarraba la mochila, era una linda pareja, cuando habían fiestas era simpático verlos ahí, me caían muy bien, Laura postulo a la universidad y logro entrar, Lucho no tuvo la misma suerte, estudio alguna carrera corta y tuvo trabajos eventuales que le permitieron comprar un carro al cual puso a taxear, ese negocio le permitió comprarse un auto más pero ese era según sus propias palabras "para recoger a Laura de la facultad", a Laura no le gustaba mucho el modelo del auto, un station wagon del 98, pero no le decía nada a Lucho por no molestarlo, a las pocas semanas Lucho transformó el auto en un irreconocible modelo juvenil, lo pinto de azúl metálico, con lunas polarizadas, le cambio el equipo de sonido, puso una cadena en forma de timón, le cambio los asientos, le puso luz de neo por debajo de carro, el auto rugía como un Ferrari (o algo así) frente a la puerta de la facultad, Laura sonreía porque Lucho le había leído el pensamiento “porque no mejoras el auto mi amor”.
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Los viernes en que solemos ir a un "hueco" cerca de la facultad (ah porque yo también ingrese) Laura me pasaba la voz para ir con un grupo de amigos a tomarnos unas cervezas, ella tomaba poco, detestaba el amargo sabor de la cerveza, pero tomaba por cumplir con sus amigas, Laura en época de verano iba a la universidad con un jean que dejaba a la imaginación su precioso cuerpo, su polo dejaba ver brevemente su cintura y por ende su barriga plana y firme, su detallado tatuaje en la parte de atrás en la espalda, su cabello lacio era movido por el viento como cómplice de su coquetería y su poco maquillaje la hacían verse radiante y bella, “prefiero bailar contigo” me decía cada vez que sus amigos ya estaban ebriamente insoportables, siempre a las 7 sonaba su celular con un timbrado característico, tomaba su cartera, agarraba sus cuadernos y salía para encontrarse con Luís, a pesar de que sus amigas le suplicaban y hacían tremendo escándalo para que no se vaya, ella no se inmutaba, ni daba excusas, ni nada, tan solo salía, sus amigos se despedían con cierta coquetería pero ella no les importaba, a mi me daba cierto malestar ver como le metían la cara a Laura como si se tratase de cualquier mujerzuela “No te preocupes tío… Laura es mi bendición” confiaba ciegamente Luís.
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Sin embargo llego el día que dejo de salir el sol en el 4 y 2 piso, Laura terminó la universidad y entro a trabajar a un hospital, Luís había hecho empresa con los taxis y ya tenia un carro del año, cada vez que subía a mi 5to piso, los veía en el tercero (porque ahí siempre se juntaban para conversar, para besarse, para amarse) estaban algo distanciados, al parecer el amor se fue…
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Al poco tiempo los chicos de barrio nos juntamos a pelotear como todos los sábados, Lucho siempre iba con Laura y con las otras chicas nos hacían barra, pero esa vez no llego Laura, cabizbajo se sentó a mi lado, me miro y sonrió “¿estas bien tío?”, un silencio triste, una respiración sostenida, la voz entre cortada “no, no estoy bien”, me pidió que lo acompañase a comprar cervezas, su anda parco y la mirada clavada en la vereda, parecía suplicar que no sea cierto…
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Había terminado con Laura hacia ya un año, Laura se enamoro de un medico, estaba de novia y pronto a casarse, fue tan rápido, tan fugaz. “estas cosas del amor, no las entiendo brother… por favor que alguien me diga… como entiendo esto”. Lucho me contó que ese día que los ví trataba de regresar, pero lo único que le ofrecía ella era su amistad “y todo este tiempo juntos ¿Qué?...”, “Solo será un grato, pero muy grato recuerdo tuyo Luís”, “Entonces… hasta mañana…”, “si es que la hay…”.
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Laura se caso un año después, tuvo una bebe, sin embargo su esposo, le fue infiel, era un medico destacado, salía en la televisión y se descubrió un romance con una conocida vedette, fue a dictar un seminario en Madrid, pero el avión se precipito a tierra victima de un atentado terrorista. Lucho estaba de novio con una chica que siempre quizo estar con el, “mi cariño hacia ella están ahí… pero no se si habrá un hasta mañana…” le decía Luís en un correo electrónico a Laura, ella le respondió “¿y si la hay?...”

1 comentario:

Anónimo dijo...

SIEMPRE HAY UN MAÑANA! ...............o un HASTA MAÑANA!................ besitos